La huelga general del próximo 29 de septiembre se ha convertido en la primera que se afronta con un acuerdo entre Gobierno y sindicatos para los servicios mínimos en el transporte. Tras ocho horas de reunión en el Ministerio de Fomento, representantes de ese departamento y de los sindicatos convocantes, han cerrado esta madrugada, al filo de las dos, un esquema de servicios mínimos que incluye todos los medios de transporte dependientes sobre los que Fomento tiene competencias (avión, ferrocarril, barco y carretera).
A falta de conocer los detalles, fuentes del ministerio aseguran que ha habido pacto en las diferentes modalidades de transporte y que la única cuestión pendiente era redactar los anexos que deben detallar los medios y frecuencias de transporte que conforman los servicios mínimos. Sindicatos y Gobierno tienen prevista una breve comparecencia en las próximas horas para explicar el pacto, a medio camino entre lo que proponía el Gobierno y lo que ofrecían las organizaciones sindicales .
Especialmente dificultoso ha resultado cerrar el esquema en el transporte aéreo. Desde el principio de la negociación, el pasado martes, ha concentrado los principales escollos . Los sindicatos aceptaron incluir los vuelos internacionales dentro del paquete de servicios mínimos, pese a que su oferta inicial no los contemplaba .
Pero más que el porcentaje, el problema residía en la distribución por compañías y, en especial, en la prestación de servicios de tierra a los vuelos considerados como servicios mínimos. Los técnicos de ambas partes se emplearon en sortear los problemas que presenta la regulación aérea internacional ante un escenario de huelga. La norma, según fuentes sindicales, favorece la asignación de esos servicios mínimos a las compañías extranjeras, lo que perjudicaría a la actividad de las españolas. Y los sindicatos querían evitar a toda costa crear mayores problemas a las aerolíneas nacionales.
Desde última hora de la tarde, el acuerdo estaba "cerrado, a la espera de resolver esa traba legal", según esas mismas fuentes. Para hacerlo posible ha resultado fundamental que los sindicatos accedieron a fijar algunos servicios mínimos en vuelos internacionales, que no figuraban en su propuesta, y en dos de las modalidades ferroviarias clave: el largo recorrido y el AVE.
En carretera y transporte marítimo no hubo dificultades, pues ambas partes tomaron el modelo que dictó el Gobierno de PP en la anterior huelga de 2002. Básicamente consiste en mantener una ruta por trayecto en las principales del transporte marítimo y en un servicio de autobús para los trayectos que tengan hasta cuatro expediciones diarias.
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