Intersecciones, trazados antiguos, incorporaciones situadas al mismo nivel, tramos montañosos, curvas, necesidad de invadir el sentido contrario para adelantar… son algunas de las características que definen algunos tramos de los aproximadamente 150.000 kilómetros de carreteras secundarias.
Pese al menor tráfico que soportan respecto a las vías desdobladas (autopistas y autovías) este tipo de carreteras presentan una alta siniestralidad. El año pasado fallecieron en accidentes ocurridos en carreteras secundarias 1.166 personas (datos provisionales a 24 horas) lo que supuso el 79% de los fallecidos en vías interurbanas.
En los cinco primeros meses de este año 512 personas han fallecido en accidente de tráfico en vías interurbanas, de los cuales, 398 fueron en vías secundarias (datos provisionales a 24 horas). En 2011, en el mismo periodo fueron 556 fallecidos, 442 ocurrieron en carretera convencional.
Por este motivo, la DGT ha puesto en marcha hasta el domingo 17 de junio una nueva campaña de vigilancia y control en las carreteras secundarias con el objetivo de conseguir comportamientos más seguros entre los conductores que circulen por estas vías y por lo tanto una reducción de accidentes y de lesiones.
Así, se incrementarán los controles en las carreteras secundarias prestando especial atención a la velocidad, los adelantamientos indebidos, la conducción bajo los efectos del alcohol o drogas, el uso del casco, cinturón de seguridad y de los sistemas de retención infantil, la utilización del teléfono móvil, auriculares, manejo de navegadores o de cualquier otro elemento que pueda producir distracción, la documentación del vehículo y conductor o cualquier otra infracción recogida en la normativa en materia de tráfico y seguridad vial.
La importancia de vigilar que los conductores cumplan las normas de tráfico y de que realicen una conducción responsable es vital. En 2010 el 58% de los conductores implicados en accidentes con víctimas en vías interurbanas habían cometido alguna infracción.
Objetivo prioritario
Debido a la alta siniestralidad en este tipo de vías, las carreteras secundarias es uno de los objetivos prioritarios en la estrategia de Seguridad Vial 2011-2020. Para ello se trabajará en dos líneas principales:
- Mejorar la seguridad de dichas carreteras a través de su diseño, especialmente para evitar salidas de la vía y colisiones frontales con la puesta en marcha de una serie de medidas de bajo coste y alta efectividad como señalización vial de distancia de seguridad, separación física de ambos sentidos, instalación de barreras de seguridad, mejora de señalización y mantenimiento, creación de zonas seguras para parada de vehículos, etc…
- Mejorar la seguridad de dichas carreteras a través de su diseño, especialmente para evitar salidas de la vía y colisiones frontales con la puesta en marcha de una serie de medidas de bajo coste y alta efectividad como señalización vial de distancia de seguridad, separación física de ambos sentidos, instalación de barreras de seguridad, mejora de señalización y mantenimiento, creación de zonas seguras para parada de vehículos, etc…
- Conseguir comportamientos más seguros, a través de la emisión de diferentes mensajes de concienciación y con el incremento de controles y vigilancia, incluyendo la ubicación de radares allá donde la velocidad sea especialmente relevante en la producción de accidentes.
Las salidas de vía (32%) y las colisiones frontales (26%) suelen ser los tipos de accidente mayoritarios en las carreteras secundarias. Suelen estar relacionados principalmente con excesos de velocidad y adelantamientos indebidos. Según el anuario estadístico de accidentes en las carreteras del Estado, del Ministerio de Fomento, los índices de peligrosidad y mortalidad en carreteras secundarias es mayor que en autovías y autopistas, de ahí la importancia de escoger las vías más seguras para la realización de viajes.
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