Los españoles felicitarán el Año Nuevo con 25,27 millones de SMS, según los datos que han facilitado las propias operadoras de telefonía móvil y la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones.
Sin embargo, buena parte de ellos no llegarán al teléfono del destinatario por la sobrecarga de las redes, hasta pasadas unas horas.
El 1 de enero del 2009, por ejemplo, el fenómeno provocó demoras de hasta ocho horas en la recepción de los mensajes. Esta vez pasará más o menos lo mismo.
A pesar de que los operadores establecen para estas fechas planes especiales de refuerzo de la capacidad de sus redes, la demanda de comunicaciones hace que todos los años entre las 0.00 y las 2.00 horas del 1 de enero las redes telefónicas se saturen, por lo que es primordial que los ciudadanos escalonen sus llamadas.
Ésta fue la recomendación el pasado miércoles el Ministerio de Industria aunque se trata de una sugerencia no atendida: entre el vino, el cava, la cena, los besos y las campanadas muy pocos se detienen a pensar en el condensado maltrato al que la sociedad somete a las antenas telefónicas en esos instantes.
Ni siquiera una coyuntura como la actual contribuye a rebajar el número de SMS enviados y es que se envían más mensajes de felicitación con crisis que sin ella: si en el 2008 se mandaron 37,15 millones de SMS durante las horas punta de Nochebuena y Nochevieja, esta vez la cifra asciende a más de 40 millones.
Sin embargo, buena parte de ellos no llegarán al teléfono del destinatario por la sobrecarga de las redes, hasta pasadas unas horas.
El 1 de enero del 2009, por ejemplo, el fenómeno provocó demoras de hasta ocho horas en la recepción de los mensajes. Esta vez pasará más o menos lo mismo.
A pesar de que los operadores establecen para estas fechas planes especiales de refuerzo de la capacidad de sus redes, la demanda de comunicaciones hace que todos los años entre las 0.00 y las 2.00 horas del 1 de enero las redes telefónicas se saturen, por lo que es primordial que los ciudadanos escalonen sus llamadas.
Ésta fue la recomendación el pasado miércoles el Ministerio de Industria aunque se trata de una sugerencia no atendida: entre el vino, el cava, la cena, los besos y las campanadas muy pocos se detienen a pensar en el condensado maltrato al que la sociedad somete a las antenas telefónicas en esos instantes.
Ni siquiera una coyuntura como la actual contribuye a rebajar el número de SMS enviados y es que se envían más mensajes de felicitación con crisis que sin ella: si en el 2008 se mandaron 37,15 millones de SMS durante las horas punta de Nochebuena y Nochevieja, esta vez la cifra asciende a más de 40 millones.
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