La Fundación Laboral del Transporte TRANSFORMA e Ibermutuamur han organizado una series de jornadas formativas, bajo el título 'La salud de los trabajadores del transporte por carretera', cuyo objetivo es "exponer los resultados de diferentes estudios que la Escuela Nacional de Medicina del Trabajo del Instituto de Salud Carlos III ha realizado entre los conductores profesionales".
Durante la celebración de la primera de estas jornadas, que fue inaugurada por el director general de Transportes de la Comunidad de Madrid, Federico Jiménez de Parga, el director de la Escuela Nacional de Medicina del Trabajo del Instituto de Salud Carlos III, Jerónimo Maqueda ha señalado que los conductores, especialmente aquellos que se dedican al transporte internacional de mercancías "están expuestos a un trabajo con una exigencia física superior al conjunto medio de las profesiones".
Por tramos de edades, según Maqueda, entre los 42 y los 48 años la salud de estos profesionales "se deteriora en un porcentaje mucho mayor de la media, convirtiéndose en una de las causas por las que muchos conductores abandonan definitivamente la profesión".
En cuanto a las patologías que afectan al colectivo, al margen de las derivadas de la accidentalidad que son las más frecuentes y las de mayor gravedad, "prevalecen las relacionadas con la columna, las cardiopatías y el estrés emocional", en palabras de Jerónimo Maqueda.
El sueño, un factor clave
Por su parte, Miguel Ángel Lorenzo, jefe del Departamento de Mecánica de Ibermutuamur, y María Teresa González, jefa del Departamento de Programas, Proyectos y Atención Especializada de la mutua, han expuesto la experiencia en su Escuela de Espalda, la Unidad de Rehabilitación Cardíaca, la Unidad del Sueño y el Laboratorio de Biomecánica, "unidades con impacto específico en las principales dolencias que afectan a los trabajadores de este sector", según han destacado.
En cuanto a la Unidad del Sueño, González ha recordado que el diagnóstico precoz es importante, "ya que las personas con apnea tienen seis veces más posibilidades de sufrir un accidente que quien duerme con normalidad", elevándose esta cifra sa 10 veces "si el conductor es consumidor de alcohol, aunque sea en pequeñas cantidades".
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