La factoría de Volkswagen Navarra dejó de producir ayer unos 500 coches a causa de los problemas originados por un "microcorte" del fluido eléctrico de la planta, a primera hora de la mañana. En concreto, a las 7.13 horas se produjeron dos breves caídas de tensión que afectaron notablemente a la producción prevista para ayer según señalaron fuentes de la planta.
El corte eléctrico, por breve que sea, se traduce en la desprogramación de los numerosos robots con los que trabaja la planta, que se encuentra produciendo a toda su capacidad en este final de agosto para dar cumplimiento al programa de lanzamiento del nuevo Polo A05. La vuelta a la normalidad fue paulatina y afectó de distinta forma a las diferentes áreas de la empresa, con especial incidencia en el taller de pintura, uno de los más avanzados tecnológicamente.
La planta adquiere la luz a la empresa Hidrocantábrico, pero la red de transporte pertenece a Iberdrola. VW-Navarra tiene duplicada la línea eléctrica para evitar problemas de suministro y cuenta con generadores en algunos puntos claves para casos de cortes de luz más prolongados, pero no puede evitar que una brevísima caída de tensión, como la producida ayer, afecte a su producción.
La avería eléctrica causó evidente "malestar" entre los responsables de la planta, y más en unos momentos en que la empresa se esfuerza por cumplir el ambicioso programa de lanzamiento del nuevo Polo, que va algo retrasado y ha obligado, por ejemplo, a la plantilla a trabajar los sábados. De hecho, sindicatos y dirección discuten estas semanas la posible contratación de 400 eventuales más para ayudar a cumplir el lanzamiento en los próximos meses ya que las cargas de trabajo son muy altas. En estos momentos, los turnos de mañana y tarde están fabricando en torno a 460 coches cada uno. No obstante, no todos son válidos por problemas propios de la producción de un nuevo modelo. Es preciso consolidar y ajustar las máquinas y redistribuir el trabajo, denuncian los sindicatos.
El corte eléctrico, por breve que sea, se traduce en la desprogramación de los numerosos robots con los que trabaja la planta, que se encuentra produciendo a toda su capacidad en este final de agosto para dar cumplimiento al programa de lanzamiento del nuevo Polo A05. La vuelta a la normalidad fue paulatina y afectó de distinta forma a las diferentes áreas de la empresa, con especial incidencia en el taller de pintura, uno de los más avanzados tecnológicamente.
La planta adquiere la luz a la empresa Hidrocantábrico, pero la red de transporte pertenece a Iberdrola. VW-Navarra tiene duplicada la línea eléctrica para evitar problemas de suministro y cuenta con generadores en algunos puntos claves para casos de cortes de luz más prolongados, pero no puede evitar que una brevísima caída de tensión, como la producida ayer, afecte a su producción.
La avería eléctrica causó evidente "malestar" entre los responsables de la planta, y más en unos momentos en que la empresa se esfuerza por cumplir el ambicioso programa de lanzamiento del nuevo Polo, que va algo retrasado y ha obligado, por ejemplo, a la plantilla a trabajar los sábados. De hecho, sindicatos y dirección discuten estas semanas la posible contratación de 400 eventuales más para ayudar a cumplir el lanzamiento en los próximos meses ya que las cargas de trabajo son muy altas. En estos momentos, los turnos de mañana y tarde están fabricando en torno a 460 coches cada uno. No obstante, no todos son válidos por problemas propios de la producción de un nuevo modelo. Es preciso consolidar y ajustar las máquinas y redistribuir el trabajo, denuncian los sindicatos.
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