La vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, dijo ayer que el Gobierno estudia crear, en el marco de la ley de economía sostenible, incentivos negativos en algunos impuestos para penalizar el transporte contaminante.
Salgado resaltó que la ley, que irá al Consejo de Ministros el próximo 16 de octubre, «no está pensada para imponer nuevos impuestos», sino para «establecer incentivos hacia una producción económica más sostenible en términos medioambientales». Sus prioridades serán «el transporte sostenible y la eficiencia energética».
Salgado resaltó que la ley, que irá al Consejo de Ministros el próximo 16 de octubre, «no está pensada para imponer nuevos impuestos», sino para «establecer incentivos hacia una producción económica más sostenible en términos medioambientales». Sus prioridades serán «el transporte sostenible y la eficiencia energética».
No obstante, admitió que el Gobierno baraja introducir también «un incentivo negativo» para fomentar un «transporte más sostenible», pero no dio más detalles. «Alguno de esos incentivos podría ser un incentivo sobre modos de transporte, un incentivo negativo», dijo la vicepresidenta.
Salgado hizo estas declaraciones al término de la reunión informal de ministros de Economía de la UE. Los Veintisiete discutieron la posibilidad de generalizar a toda la UE una tasa sobre el CO2 como la que ya han introducido los países nórdicos y planea hacer Francia para los sectores que no están cubiertos por el sistema de comercio de emisiones. La vicepresidenta defendió que «las medidas sean armonizadas en el nivel europeo"».
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