Ni siquiera los casi 2.000 kilómetros que separan Canarias de la capital de España han disuadido a los trabajadores de Fundescan, que ayer se presentaron en las puertas de la sede de UGT de la calle Hortaleza con el fin de denunciar su situación tras seis meses sin cobrar.
«Son los pájaros contra las escopetas», relató a ABC Felipe Ortega, presidente del comité de empresa en Tenerife y «ugetista», para más inri. «¿De dónde va a ser el comité si la fundación es del sindicato?», comentaba con resignación.
La lucha se remonta a finales del año pasado cuando se descubre un agujero financiero de nueve millones de euros que deja herida de muerte a una sociedad que, entre otras cosas, gestionaba las casas de acogida para mujeres víctimas de violencia de género. Para venir a Madrid, además, han tenido que organizar una cena benéfica con el fin de recaudar fondos para sufragar el viaje.
Pitos
Con pitos, pancartas y banderas, una veintena de trabajadores se plantó desde las 10.00 horas en las puertas del centro con el fin de hacerse escuchar. Los cánticos eran críticos: «Si Pablo Iglesias levantara la cabeza», «Unión General de Timadores, que no le paga a sus trabajadores», «mucha ideología, mucha hipocresía» o «Cándido Méndez, Canarias quiere verte».
Las pancartas no les iban a la zaga: «Los trabajadores de Fundescan, 195 días sin cobrar. UGT, paga ya», «UGT, Fundescan aprendiendo de Díaz Ferrán» o «Unión General de Timadores», todas aderezadas con una foto de las trabajadores de las casas de acogida semidesnudas que se hicieron hace varias semanas.
«Llevamos seis meses sin cobrar y no hay perspectivas en el horizonte. La situación es muy complicada», comentó Ortega, «estamos en un limbo legal a la espera de que los juicios determinen la vinculación legal, todo está en manos de los tribunales y esperemos que quede clara la vinculación».
Descartada la reflotación de la fundación, la lucha de los trabajadores se reduce a su propia dignidad laboral. Fundescan ha presentado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para más de 80 empleados y se ha acogido a concurso de acreedores. «Pero lo que nos ofrecen es el paro y nada más, y hay gente que lleva muchos años trabajando y quiere su indemnización. Preferimos partirnos a doblarnos», comentó, aunque sabe que la situación es «dramática» y que algunos trabajadores necesitan el subsidio de desempleo.
«Fundescan y UGT son la misma cosa, y si ellos no tienen dinero para pagarnos, UGT sí», explicó. Después de un par de horas de protesta, lograron reunirse con un representante sindical que explicó, nuevamente, que la fundación no pertenece a UGT, férreo posicionamiento que mantiene la sociedad desde que arrancó el conflicto. «El sindicato nos ha dado la espalda, así de triste», concluyó.
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