Una chilena de 67 años se mostró hoy dispuesta a ir a prisión si no la dejan vivir con sus tres gatas en el departamento que habita en el barrio elegante de Providencia, de la capital chilena.
«Yo las amo, son mis hijas, estoy dispuesta a dormir en la cárcel por ellas» aseguró este martes María Cristina Gaete al vespertino La Segunda.
El problema comenzó el pasado año cuando el administrador del edificio donde vive interpuso una demanda en su contra, quien argumentó que el reglamento prohíbe la tenencia de animales en ese inmueble.
Maria Cristina Gaete que perdió el juicio en los tribunales enfrenta ahora una sentencia que le ordena pagar alrededor de 100.000 pesos de multa o bien pasar 14 noches en el Centro de Orientación Femenino, más conocido como cárcel de mujeres.
«Estoy adoptando una actitud de resistencia», anunció la mujer de 67 años que no es la primera que recibe una sentencia de similares características ya que en Chile la gente insiste en vivir con animales en sus departamentos.
«Si quieren quitármelas, tendrán que sacarme con las gatas. Son mías y la única forma que tienen es con una resolución sanitaria que diga que tienen rabia (virus)» sentenció Gaete.
La mujer espera que su caso sea un precedente y contribuya con la iniciativa de las agrupaciones de Control Ético de la Fauna urbana que se preocupa de los derechos de los animales en Chile.
«Yo las amo, son mis hijas, estoy dispuesta a dormir en la cárcel por ellas» aseguró este martes María Cristina Gaete al vespertino La Segunda.
El problema comenzó el pasado año cuando el administrador del edificio donde vive interpuso una demanda en su contra, quien argumentó que el reglamento prohíbe la tenencia de animales en ese inmueble.
Maria Cristina Gaete que perdió el juicio en los tribunales enfrenta ahora una sentencia que le ordena pagar alrededor de 100.000 pesos de multa o bien pasar 14 noches en el Centro de Orientación Femenino, más conocido como cárcel de mujeres.
«Estoy adoptando una actitud de resistencia», anunció la mujer de 67 años que no es la primera que recibe una sentencia de similares características ya que en Chile la gente insiste en vivir con animales en sus departamentos.
«Si quieren quitármelas, tendrán que sacarme con las gatas. Son mías y la única forma que tienen es con una resolución sanitaria que diga que tienen rabia (virus)» sentenció Gaete.
La mujer espera que su caso sea un precedente y contribuya con la iniciativa de las agrupaciones de Control Ético de la Fauna urbana que se preocupa de los derechos de los animales en Chile.
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