Ha llegado la era de la Televisión Digital Terrestre (TDT). El 30 de junio se sufrirán al brusco apagón analógico los habitantes de Zaragoza, Oviedo, Las Palmas de Gran Canaria y Santiago de Compostela. A partir del 3 de abril del próximo año los españoles sufriremos el apagón analógico total.
Esta nueva situación televisiva aumentará las horas que estaremos delante del televisor, que lleva a una pasividad social, al no saber buscar otras formas de llenar el tiempo de ocio. Es la demostración empírica de que algo no funciona. En principio, parece que la lectura, la conversación, la tertulia familiar, la reunión de amigos o el estudio, han pasado a ser cosas de otro mundo. En cambio, esta nueva oferta televisiva, adquiere cierta gravedad cuando son los niños los que pasan muchas horas ante los receptores, hasta una tercera parte de las horas que están despiertos, y fuera de los horarios infantiles.
A su vez, los jóvenes que avispan la televisión tres horas cada día, alcanzan un mayor interés por su adiestramiento durante la juventud y en el arranque de su existencia adulta, según una investigación efectuada por la Universidad de Columbia y el Instituto Psiquiátrico de Nueva York.
Por otra parte, la Directiva de Televisión sin Fronteras, exige a todos los Estados y a la Comisión Europea que impongan a las cadenas televisivas, refrendar códigos de conducta por los que se comprometan a no manipular las programaciones para niños pequeños.
Debemos hacer una reflexión final; hay que lograr que la televisión sea más abierta, más libre y, sobre todo, realizada desde la pluralidad y la diversidad. La televisión es una ventana abierta al mundo desde las distintas perspectivas animando sus respectivos proyectos informativos.
Esta nueva situación televisiva aumentará las horas que estaremos delante del televisor, que lleva a una pasividad social, al no saber buscar otras formas de llenar el tiempo de ocio. Es la demostración empírica de que algo no funciona. En principio, parece que la lectura, la conversación, la tertulia familiar, la reunión de amigos o el estudio, han pasado a ser cosas de otro mundo. En cambio, esta nueva oferta televisiva, adquiere cierta gravedad cuando son los niños los que pasan muchas horas ante los receptores, hasta una tercera parte de las horas que están despiertos, y fuera de los horarios infantiles.
A su vez, los jóvenes que avispan la televisión tres horas cada día, alcanzan un mayor interés por su adiestramiento durante la juventud y en el arranque de su existencia adulta, según una investigación efectuada por la Universidad de Columbia y el Instituto Psiquiátrico de Nueva York.
Por otra parte, la Directiva de Televisión sin Fronteras, exige a todos los Estados y a la Comisión Europea que impongan a las cadenas televisivas, refrendar códigos de conducta por los que se comprometan a no manipular las programaciones para niños pequeños.
Debemos hacer una reflexión final; hay que lograr que la televisión sea más abierta, más libre y, sobre todo, realizada desde la pluralidad y la diversidad. La televisión es una ventana abierta al mundo desde las distintas perspectivas animando sus respectivos proyectos informativos.
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