Nuestro país cuenta con una preocupante tasa de desempleo del 17,4 por ciento, la más alta de la UE. Para el año próximo, la Comisión Europea pronostica que llegaremos al 20,5 por ciento y, por lo que parece, España tendrá que luchar más que otros países para salir de ésta situación
Las medidas en materia económica llevadas a cabo por el Gobierno que preside Zapatero no están resultando efectivas para combatir el desempleo. El propósito del Plan E del Ejecutivo socialista es mantener a los españoles trabajando. Ahora bien, las últimas cifras de paro indican que es insuficiente. En abril, más de 40.000 personas se sumaron a las colas del desempleo. Aunque el incremento fue más lento que en los meses anteriores, España sigue registrando una tasa de desempleo del 17,4 por ciento, la más alta de la Unión Europea y el doble de la media en la UE. La Comisión Europea pronostica que el paro llegará al 20,5 por ciento el próximo año. Dice también que España tendrá que luchar más tiempo que otros países para recuperarse, no llegando a un crecimiento positivo hasta al año 2011, todo un año después que el conjunto de la UE. Quizá lo más preocupante del Plan E es que, en parte, ha funcionado. El Gobierno sostiene que ha creado unos 280.000 puestos de trabajo, aunque pocos sean permanentes. La economía española tiene un doble dilema. Como el resto del mundo, se ha visto golpeada por la recesión y el hundimiento del comercio a nivel mundial. A eso se añade la propia y peculiar crisis española como modelo basado en una mano de obra barata y en un sector inmobiliario vertiginoso que ha caído en picado. Los economistas afirman que España ahora tiene que sacrificarse y adoptar las drásticas decisiones que evitó durante los largos años de bonanza económica.
Las medidas en materia económica llevadas a cabo por el Gobierno que preside Zapatero no están resultando efectivas para combatir el desempleo. El propósito del Plan E del Ejecutivo socialista es mantener a los españoles trabajando. Ahora bien, las últimas cifras de paro indican que es insuficiente. En abril, más de 40.000 personas se sumaron a las colas del desempleo. Aunque el incremento fue más lento que en los meses anteriores, España sigue registrando una tasa de desempleo del 17,4 por ciento, la más alta de la Unión Europea y el doble de la media en la UE. La Comisión Europea pronostica que el paro llegará al 20,5 por ciento el próximo año. Dice también que España tendrá que luchar más tiempo que otros países para recuperarse, no llegando a un crecimiento positivo hasta al año 2011, todo un año después que el conjunto de la UE. Quizá lo más preocupante del Plan E es que, en parte, ha funcionado. El Gobierno sostiene que ha creado unos 280.000 puestos de trabajo, aunque pocos sean permanentes. La economía española tiene un doble dilema. Como el resto del mundo, se ha visto golpeada por la recesión y el hundimiento del comercio a nivel mundial. A eso se añade la propia y peculiar crisis española como modelo basado en una mano de obra barata y en un sector inmobiliario vertiginoso que ha caído en picado. Los economistas afirman que España ahora tiene que sacrificarse y adoptar las drásticas decisiones que evitó durante los largos años de bonanza económica.
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