La estación del ferrocarril de San Telmo convertirá el parque capitalino en el punto de unión de todos los transportes públicos de Gran Canaria, con las calles y andenes en subterráneo para prolongar la zona ajardinada hasta el mismo borde del mar. Las obras durarán un mínimo de dos años y transformarán por completo esa franja del frente marítimo de la ciudad, según adelantó a este periódico Carlos Ardanaz, miembro del equipo de arquitectos e ingenieros que está redactando el proyecto constructivo de la futura estación ferroviaria.
Ardanaz explicó que la parada de San Telmo será la de mayor envergadura y movimiento de tráfico, pues con el tren confluirán las estaciones de las guaguas interurbanas (Global), las urbanas (Guaguas Municipales), los taxis y un aparcamiento subterráneo para 1.100 vehículos particulares. El arquitecto consideró que uno de los aciertos del proyecto del tren es que permite aprovechar la ocasión para conectar la ciudad con el mar.
"Los vecinos de Las Palmas de Gran Canaria siempre nos quejamos de que vivimos de espaldas al océano y lo que hace este proyecto es coser el mar con el centro urbano de la capital", indicó Ardanaz.
El diseño en que el trabaja la UTE ganadora del concurso, formada por la empresa grancanaria Ardanaz, Cabrera y Hernández Arquitectos y la madrileña Euroestudios, contempla elevar la cubierta del parque de San Telmo desde el actual quiosco de la música, en una suave pendiente ajardinada que pasará por encima de la calle Rafael Cabrera, de la nueva estación de guaguas (que sustituirá a la actual) y de la autovía marítima.
"Alguien que se encuentre en la ermita de San Telmo podrá llegar hasta el mar sin ningún obstáculo de tráfico", apuntó el arquitecto, quien subrayó que se alcanzará el paseo marítimo de diferentes formas, caminando por la cubierta de la plaza, por una calle inferior con locales comerciales o por los accesos a las nuevas estaciones de guaguas y del tren.
Espacio verde
Carlos Ardanaz precisó que el proyecto mantiene en su totalidad la superficie arbolada del parque de San Telmo y amplía el espacio ajardinado en el terraplén que irá subiendo de forma gradual hasta la orilla del mar. "No se va a suprimir masa vegetal, sino todo lo contrario, se hará una pendiente con tierra, no con edificaciones, que estará cubierta de césped o de senderos", comentó el arquitecto, quien agregó que actualmente no se puede ver el mar desde San Telmo porque lo tapa la autovía marítima.
El levantamiento de San Telmo no afectará a las calles Pilarillo Seco y Muelle de Las Palmas, desde donde se proyecta un paso aéreo para unir el parque con la biblioteca pública.
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