Los 1.100 trabajadores de los hoteles de Nueva Rumasa --400 de Canarias-- esperan que la dirección de la compañía les comunique "lo antes posible" que la venta de algunos de sus 15 hoteles es "un hecho", ya que ven en ello "la única alternativa posible" para no verse arrastrados por la situación que atraviesan otros negocios de la familia Ruiz-Mateos.
Fuentes sindicales confirmaron a Europa Press que durante las últimas semanas "varios mediadores y consultoras" de posibles inversores, "sin identificar", se han personado en algunos de los establecimientos del grupo, pero hasta la fecha "no ha prosperado nada concreto".
No obstante, recelaron de que entre los posibles inversores se encuentren grupos españoles, entre otras cosas porque las grandes hoteleras han "ido huyendo poco a poco de Canarias", donde están los principales activos de Hotasa, hacia mercados en Latinoamérica.
A esto se añade que pese a "ser competitivos" y "generar ingresos", algunos de los propietarios no han cobrado el alquiler de los establecimientos y la mayoría de ellos requerirían de una "fuerte inversión" para su remodelación, ya que "son viejos" y funcionan por la fidelidad de sus clientes.
"La gran noticia sería la llegada de uno o varios inversores", apuntaron, aunque para los trabajadores lo ideal sería una venta global a otro grupo hotelero para seguir siendo "competitivos".
Mientras tanto, la familia Ruiz-Mateos permanece al margen de las reuniones entre la dirección y los trabajadores y tampoco se ha personado en ninguno de los establecimientos.
La dirección de Hotasa se reunió hace unas semanas con el comité de empresa para trasladarles su intención de sacar a la venta sus activos, en la 'antesala' del concurso, y evitar caer en la solicitud de un concurso.
En total, la plantilla de Hotasa alcanza los 1.100 trabajadores, el 11 por ciento del total del grupo, de ellos 400 solo en Canarias.
Los sindicatos creen que el concurso sería perjudicial para la plantilla, ya que cada hotel tiene una razón social, lo que conllevaría diferentes procesos y pondría a "cada establecimiento en una situación muy grave", además de complicar la relación a medio plazo con proveedores y touroperadores.
"SE SOBREVIVIRÁ HASTA EL VERANO".
Los trabajadores temen que la gestión de Nueva Rumasa al frente de otros de sus negocios, y el hecho de que todo "esté entrelazado", arrastre a unos hoteles "que son viables y cuentan ya, con una ocupación del 70% para Semana Santa, sobre todo en Canarias, donde roza entre el 80% y el 100%, tras la crisis de Egipto y Túnez".
"De momento podemos sobrevivir hasta el verano, pero todo dependerá de la evolución de los acontecimientos", lamentaron, ya que la "incertidumbre" y la situación de las otras marcas entorpece cada vez más la comercialización de las plazas.
De hecho, la deuda de la división hotelera de Nueva Rumasa supone casi un tercio de los 700 millones de euros que, según la compañía, suma su endeudamiento financiero. El grupo ha presentado como aval ante la Seguridad Social un hotel en Tenerife valorado en 80 millones de euros para retirar un embargo que pesaba sobre las cuentas de Dhul.
"La forma de pedir crédito a través de las propiedades de Nueva Rumasa habla de una muerte anunciada", advirtieron las mismas fuentes, que califican la actuación de la familia Ruiz-Mateos de "casino" y "sin reglas de juego".
Por el momento, el 80% los empleados de los hoteles ha cobrado sus nóminas, con retrasos de unos diez o quince días, aunque se han registrado problemas en el establecimiento de Bervely Playa Paguera, en Calviá, y en Torremolinos donde solo cobró una parte de la plantilla.
Nueva Rumasa ha puesto a la venta sus 15 establecimientos en España, repartidos entre Andalucía (dos), Baleares (siete) y Canarias (seis), integrados en el grupo Hotasa, actualmente en fase 'preconcursal', con la intención de desprenderse de ellos en bloque o de forma individual, de forma que se quedaría únicamente con el de Santo Domingo (República Dominicana).
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