El director general de Regulación del Banco de España, José María Roldán, anunció ayer que viene un "tsunami regulatorio" a escala europea que incluirá mayores requisitos de capital a las entidades financieras y que, probablemente, se pondrá en marcha en 2012. Roldán explicó que las nuevas exigencias se deben a que las autoridades quieren que bancos y cajas estén en disposición de soportar tanto las pérdidas esperadas como las inesperadas, para que sean capaces de seguir operando, incluso tras entornos económicos muy desfavorables.
"La función de intermediación es tan vital para el crecimiento económico que tienen que ser capaces de soportar situaciones extremas", dijo Rodán, que participaba en unas jornadas organizadas por la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) sobre los retos de la Presidencia española de la UE. Antes de la crisis, se estudiaba aumentar los requerimientos de capital por cartera de negociación en un 10%, mientras que ahora se debate incrementarlos un 300%. "Esta es una de las grandes sorpresas de la crisis", consideró.
Desde la patronal de las cajas de ahorros se pidió cautela para que las nuevas normas de supervisión no encarezcan el crédito a las familias y empresas. Su presidente, Juan Ramón Quintás, alertó de que mayores exigencias de capital pueden afectar a los costes estructurales de las entidades y encarecer la financiación de la economía, con lo que se dificultaría aún más el acceso al crédito. Quintás defendió la "diversidad institucional" del sistema financiero y criticó a quienes cuestionan el papel de las cajas, ya que -a su juicio- es el mismo "error que pensar que en la selva sólo hubiera elefantes". Así, recordó que las cajas han demostrado un mayor resistencia a la crisis financiera que los bancos e ironizó que las "víctimas" han sido los grandes gigantes de Wall Street, "controlados por sus buenos accionistas".
Mientras, el Banco Central Europeo (BCE) mostró su disposición a retirar la barra libre de liquidez. Su presidente, Jean Claude Trichet, advirtió ayer que las inyecciones de liquidez "generan adicción" a la banca, por lo que abogó por su eliminación gradual.
"La función de intermediación es tan vital para el crecimiento económico que tienen que ser capaces de soportar situaciones extremas", dijo Rodán, que participaba en unas jornadas organizadas por la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) sobre los retos de la Presidencia española de la UE. Antes de la crisis, se estudiaba aumentar los requerimientos de capital por cartera de negociación en un 10%, mientras que ahora se debate incrementarlos un 300%. "Esta es una de las grandes sorpresas de la crisis", consideró.
Desde la patronal de las cajas de ahorros se pidió cautela para que las nuevas normas de supervisión no encarezcan el crédito a las familias y empresas. Su presidente, Juan Ramón Quintás, alertó de que mayores exigencias de capital pueden afectar a los costes estructurales de las entidades y encarecer la financiación de la economía, con lo que se dificultaría aún más el acceso al crédito. Quintás defendió la "diversidad institucional" del sistema financiero y criticó a quienes cuestionan el papel de las cajas, ya que -a su juicio- es el mismo "error que pensar que en la selva sólo hubiera elefantes". Así, recordó que las cajas han demostrado un mayor resistencia a la crisis financiera que los bancos e ironizó que las "víctimas" han sido los grandes gigantes de Wall Street, "controlados por sus buenos accionistas".
Mientras, el Banco Central Europeo (BCE) mostró su disposición a retirar la barra libre de liquidez. Su presidente, Jean Claude Trichet, advirtió ayer que las inyecciones de liquidez "generan adicción" a la banca, por lo que abogó por su eliminación gradual.
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