A continuación señalamos los puntos más relevantes del informe “Por qué Europa debería fortalecer su acción por el clima 2020”:
La estrategia de protección medioambiental fomenta el crecimiento económico: aumentar el porcentaje de reducción de emisiones propuesto para el año 2020 del actual 20% a 30% conllevaría un aumento de 10% del PIB para el año 2050. Esto demuestra que una estrategia más estricta en la política de reducción de emisiones puede también ser beneficiosa para el futuro de la economía en Europa.
El actual objetivo de reducción de emisiones resulta barato: el actual objetivo de reducir las emisiones en Europa un 20% para el año 2020 es uno de los más baratos en cuanto al porcentaje que representa del producto interior bruto comparado con el coste de los objetivos de la mayoría de las economías fuera de la UE.
La pasividad implica la pérdida de miles de millones: los gobiernos de Europa pueden dejar de ganar aproximadamente 70.000 millones de euros en el periodo de 2013 a 2020 en el mercado de derechos de emisiones. Alemania se está jugando una cifra que alcanza los 15 mil millones de euros. Para Italia y España, la pérdida podría alcanzar los 7.100 y 6.700 millones respectivamente.
Una elección inteligente para generar trabajo: en el año 2005, el empleo directo e indirecto que se creó en el sector de las energías renovables en la UE fue de casi 1,4 millones de puestos de trabajo. Con un objetivo de reducción de 30%, podrían crearse otros 2 millones de puestos de trabajo más para el año 2020 de forma directa e indirecta.
Se debe priorizar el ahorro energético: el objetivo no vinculante de Europa, la reducción del 20% del consumo de energía para el año 2020, equivale a una reducción del consumo de unos 400 millones de toneladas de equivalente en petróleo. A día de hoy, el objetivo no va lograrse ni siquiera en un 50% debido a la no aplicación de las medidas adecuadas. En términos de emisiones de gas de efecto invernadero, unas 560 millones de toneladas de CO2 no van a evitarse, aproximadamente las emisiones anuales de Francia.
Aligerar la factura en combustibles fósiles permitiría iniciar una recuperación económica: pasar a un objetivo de reducción de consumo de 30% implicaría un ahorro en las importaciones de gas y petróleo de 14.100 millones anuales hasta 2020. El ahorro total alcanzaría los 45.500 millones de euros. Estas cifras de ahorro es posible que sean muy conservadoras, ya que el cálculo está basado en un precio de importación de petróleo de 88,4 dólares por barril para 2020, mientras que ahora mismo el precio del petróleo ya se encuentra por encima de los 90 dólares y sigue aumentando.
Mejorar la salud de los ciudadanos europeos es mejorar la economía: la alianza por la salud y el medioambiente (HEAL) y la organización Sanidad Sin Perjuicio Europa (HCWHE) estiman que el ahorro en gasto sanitario derivado de aumentar del 20% al 30% el objetivo de reducciones podría alcanzar una cifra entre 14.600 y 30.500 millones anuales para 2020.
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