Los representantes de supermercados e hipermercados en Canarias consideraron ayer «inviable» la medida del Ejecutivo de repartir entre las familias más necesitadas de las Islas aquellos alimentos que están próximos a su caducidad. Estiman que la medida es «populista» y está tomada «a la ligera», sin analizar pros y contras.
Las grandes cadenas de distribución consultadas por este periódico se mostraron ayer dispuestas a colaborar con el Ejecutivo regional en donaciones de alimentos o cualquier otra medida similar dirigida a hacer llegar alimentos a las familias con menos recursos de las Islas.
Según apuntaron los distintos grupos consultados, los híper están dispuestos a «arrimar el hombro», al igual que han venido haciendo en momentos de crisis o situaciones dicíficiles que se han dado en el Archipiélago. Sin embargo, todos ellos rechazaron rotundamente el hacer llegar a los más necesitados alimentos próximos a su fecha de consumo preferente por las consecuencias que podrían derivarse. «El sector tiene una serie de normas sanitarias que tiene que cumplir y con la medida planteada por el Gobierno no se sabe dónde acaba nuestra responsabilidad y empieza la del Ejecutivo. Porque tú puedes vender un alimento próximo a caducar y, ¿qué pasa con este alimento una vez que tú lo entregas?, ¿Se mantendrá en un ambiente de frío adecuado? y ¿llegará a las manos del usuario en buenas condiciones? y, si no es así, ¿de quién es la responsabilidad?, señalan fuentes consultadas.
Además, según explican, los híper prácticamente no acumulan artículos que estén próximos a su caducidad por dos razones. De un lado, la mayoría de los proveedores permiten la devolución de los alimentos días antes llegar a la fecha límite y su reemplazo por otros de caducidad más avanzada. Y de otro, la mayoría de las cadenas saca ofertas de aquellos alimentos que están próximos a cumplir su plazo de consumo preferente. De tal manera, que al final es mínima la cantidad de alimentos con los que se quedan.
«En cualquier caso si decidimos no liquidar y no sacar ofertas es casi como hacer una donación. Para eso, estamos dispuestos a hacerla directamente, con los productos al cien por cien y con todas las garantías para el consumidor», señalan fuentes consultadas. «Nuestra posición es lo que no es apto para el consumo del cliente que paga tampoco lo es para el que tenga una situación económica difícil», señala el representante de una de las cadenas de distribución.
Algo en lo que coincide otro grupo: «Nadie va a regalar nada que no puede poner a la venta».
Los distribuidores consideraron «populista» la medida del Gobierno. A su juicio, lo que el Ejecutivo debe hacer es convocar una reunión sectorial en la que no sólo se sienten los distribuidores -supermercados e hipermercados-, sino también los proveedores, los importadores, los industriales y los productores, todos aquellos que participan de la cadena alimenticia para tratar de determinar la mejor fórmula de ayudar a estas familias. «Como se ha planteado es muy difíci hacerlo», concluyen.
Las grandes cadenas de distribución consultadas por este periódico se mostraron ayer dispuestas a colaborar con el Ejecutivo regional en donaciones de alimentos o cualquier otra medida similar dirigida a hacer llegar alimentos a las familias con menos recursos de las Islas.
Según apuntaron los distintos grupos consultados, los híper están dispuestos a «arrimar el hombro», al igual que han venido haciendo en momentos de crisis o situaciones dicíficiles que se han dado en el Archipiélago. Sin embargo, todos ellos rechazaron rotundamente el hacer llegar a los más necesitados alimentos próximos a su fecha de consumo preferente por las consecuencias que podrían derivarse. «El sector tiene una serie de normas sanitarias que tiene que cumplir y con la medida planteada por el Gobierno no se sabe dónde acaba nuestra responsabilidad y empieza la del Ejecutivo. Porque tú puedes vender un alimento próximo a caducar y, ¿qué pasa con este alimento una vez que tú lo entregas?, ¿Se mantendrá en un ambiente de frío adecuado? y ¿llegará a las manos del usuario en buenas condiciones? y, si no es así, ¿de quién es la responsabilidad?, señalan fuentes consultadas.
Además, según explican, los híper prácticamente no acumulan artículos que estén próximos a su caducidad por dos razones. De un lado, la mayoría de los proveedores permiten la devolución de los alimentos días antes llegar a la fecha límite y su reemplazo por otros de caducidad más avanzada. Y de otro, la mayoría de las cadenas saca ofertas de aquellos alimentos que están próximos a cumplir su plazo de consumo preferente. De tal manera, que al final es mínima la cantidad de alimentos con los que se quedan.
«En cualquier caso si decidimos no liquidar y no sacar ofertas es casi como hacer una donación. Para eso, estamos dispuestos a hacerla directamente, con los productos al cien por cien y con todas las garantías para el consumidor», señalan fuentes consultadas. «Nuestra posición es lo que no es apto para el consumo del cliente que paga tampoco lo es para el que tenga una situación económica difícil», señala el representante de una de las cadenas de distribución.
Algo en lo que coincide otro grupo: «Nadie va a regalar nada que no puede poner a la venta».
Los distribuidores consideraron «populista» la medida del Gobierno. A su juicio, lo que el Ejecutivo debe hacer es convocar una reunión sectorial en la que no sólo se sienten los distribuidores -supermercados e hipermercados-, sino también los proveedores, los importadores, los industriales y los productores, todos aquellos que participan de la cadena alimenticia para tratar de determinar la mejor fórmula de ayudar a estas familias. «Como se ha planteado es muy difíci hacerlo», concluyen.
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