Para muchos profesores dar clase se ha convertido en una misión imposible. Los problemas con el alumnado, con los padres y hasta con la dirección del centro, que muchas veces no respalda al docente, acaban en ansiedad (45% de los casos), depresión (20%) o baja laboral (14%). Así se desprende del último informe elaborado por el Defensor del Profesor, que ha puesto en marcha el sindicato ANPE y que sólo en el curso 2008-09 recibió 3.569 llamadas de docentes, muchos de los cuales relataban hechos realmente dramáticos.
Los profesores siguen quejándose de forma clamorosa de los problemas de indisciplina en el aula que les impiden dar clase (40%). «Hay una situación generalizada de falta de atención, desinterés, esfuerzo nulo, ausencia de claridad respecto a sus objetivos, tanto en sus estudios como en su vida. La cultura del esfuerzo, la autodisciplina, el sacrificio y el trabajo bien hecho no significa nada para ellos», dice el informe que fue presentado ayer en Madrid. La parte positiva es que el porcentaje de profesores que denuncian problemas para impartir clase ha bajado un 30% respecto a otros años, una mejora que el sindicato atribuye a la aplicación de los decretos de convivencia en las autonomías.
Sin embargo, en este último año se ha observado un incremento del 5% en los problemas derivados de las nuevas tecnologías. «Internet se ha convertido en el lugar idóneo para propagar infundios, calumnias, obscenidades, amenazas, vejaciones, humillaciones, imputaciones de hechos falsos, insultos...», expone el informe. Además, se ha producido un aumento de llamadas de maestros de Educación Infantil que denuncian problemas con los padres (agresiones y amenazas). «Muchos ejercen un exceso de proteccionismo con sus hijos y se toman como algo personal que un profesor regañe al niño», explica Inmaculada Suárez, coordinadora del Defensor del Profesor. De ahí que el presidente de ANPE, Nicolás Fernández, reclamara ayer que se reconociera por ley al docente como autoridad pública.
Suspenso en formación
Dos de cada tres profesores cree que la formación inicial que recibe para desarrollar su labor profesional no es suficiente. Los más críticos son los trabajadores de la enseñanza pública, según una encuesta de «Formación y Desarrollo Profesional de los Docentes» de la Fundación Hogar del Empleado. De hecho, la mayoría cree que la mejora de la calidad educativa pasa por una mejor formación. Los docentes también se quejan de las subidas de sueldo en relación con la experiencia sean bajas.
Agresiones
«Estoy de baja, pero el lunes me incorporo al centro y sólo de pensarlo me da un vuelco el estómago. Hace unos días salí del instituto y recibí empujones y puñetazos delante de mi hijo, alumno también del centro. Grabaron la agresión con un móvil».
«El que algunos alumnos se dediquen a hacerme la vida imposible, me llamen ‘‘mal follada’’, ‘‘culito’’ y otras impertinencias significará para mí una sanción, para ellos ni siquiera una llamada de atención (del director del centro)».
«En uno de los grupos hay un alumno muy problemático... El padre viene al centro gritando y en actitud muy agresiva insulta, amenaza con pegar o dice: «Os voy a rajar a todos». O consentimos, o ya sabemos a qué atenernos».
Los profesores siguen quejándose de forma clamorosa de los problemas de indisciplina en el aula que les impiden dar clase (40%). «Hay una situación generalizada de falta de atención, desinterés, esfuerzo nulo, ausencia de claridad respecto a sus objetivos, tanto en sus estudios como en su vida. La cultura del esfuerzo, la autodisciplina, el sacrificio y el trabajo bien hecho no significa nada para ellos», dice el informe que fue presentado ayer en Madrid. La parte positiva es que el porcentaje de profesores que denuncian problemas para impartir clase ha bajado un 30% respecto a otros años, una mejora que el sindicato atribuye a la aplicación de los decretos de convivencia en las autonomías.
Sin embargo, en este último año se ha observado un incremento del 5% en los problemas derivados de las nuevas tecnologías. «Internet se ha convertido en el lugar idóneo para propagar infundios, calumnias, obscenidades, amenazas, vejaciones, humillaciones, imputaciones de hechos falsos, insultos...», expone el informe. Además, se ha producido un aumento de llamadas de maestros de Educación Infantil que denuncian problemas con los padres (agresiones y amenazas). «Muchos ejercen un exceso de proteccionismo con sus hijos y se toman como algo personal que un profesor regañe al niño», explica Inmaculada Suárez, coordinadora del Defensor del Profesor. De ahí que el presidente de ANPE, Nicolás Fernández, reclamara ayer que se reconociera por ley al docente como autoridad pública.
Suspenso en formación
Dos de cada tres profesores cree que la formación inicial que recibe para desarrollar su labor profesional no es suficiente. Los más críticos son los trabajadores de la enseñanza pública, según una encuesta de «Formación y Desarrollo Profesional de los Docentes» de la Fundación Hogar del Empleado. De hecho, la mayoría cree que la mejora de la calidad educativa pasa por una mejor formación. Los docentes también se quejan de las subidas de sueldo en relación con la experiencia sean bajas.
Agresiones
«Estoy de baja, pero el lunes me incorporo al centro y sólo de pensarlo me da un vuelco el estómago. Hace unos días salí del instituto y recibí empujones y puñetazos delante de mi hijo, alumno también del centro. Grabaron la agresión con un móvil».
«El que algunos alumnos se dediquen a hacerme la vida imposible, me llamen ‘‘mal follada’’, ‘‘culito’’ y otras impertinencias significará para mí una sanción, para ellos ni siquiera una llamada de atención (del director del centro)».
«En uno de los grupos hay un alumno muy problemático... El padre viene al centro gritando y en actitud muy agresiva insulta, amenaza con pegar o dice: «Os voy a rajar a todos». O consentimos, o ya sabemos a qué atenernos».
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