Continuando con la información relativa al ‘Estudio Macroeconómico del Impacto de las Energías Renovables en la Economía Española’, y respecto al crecimiento del sector en los últimos años, éste ha supuesto un importante impacto en términos de empleo, creciente cada año de los analizados hasta alcanzar la cifra de 120.722 personas en 2008, de la que 75.466 corresponden a empleos directos y 45.257 a inducidos.
El estudio arroja el dato significativo de que el sector de las energías renovables es muy intensivo en mano de obra, por lo que genera más empleo que la media del sector de la energía por unidad de PIB creada. Además, los trabajadores del sector español de renovables alcanzan, de media, un 31% más de productividad que los del conjunto de la economía.
Por otra parte, el impacto medioambiental de la producción de electricidad con fuentes de energía renovables evitó en el periodo 2005-2010 la emisión a la atmósfera de más de 84 millones de toneladas de CO2 equivalentes. Sólo en 2008 las renovables evitaron la emisión de 23,6 millones de toneladas, un 5,7% del total de las emisiones de CO2 de España. En términos económicos, el impacto del ahorro en derechos de emisiones de CO2 en 2008 fue de 499 millones de euros.
El análisis realizado demuestra que las renovables evitaron también la emisión de 18.600 toneladas de NOx y de 34.300 toneladas de SO2, ambos gases nocivos para las personas, los animales y el medioambiente. En 2010 se podría evitar la emisión de 26.100 toneladas de NOx y 54.500 toneladas de SO2.
En cuanto a las primas que reciben las energías renovables, éstas compensan, de manera parcial, el coste evitado de otras tecnologías que no incorporan sus costes externos, de forma que las energías renovables no tengan desventajas competitivas y puedan desarrollarse. Si las tecnologías convencionales incluyesen todos sus costes externos, las energías renovables competirían con ventaja en un mercado libre. Si se comparan los beneficios derivados de no emitir CO2 y las importaciones evitadas de combustibles fósiles con la prima recibida, se obtiene siempre un saldo positivo. En 2008 la diferencia existente entre los beneficios generados por las energías renovables y las primas recibidas por los productores fue de 619 millones de euros.
Política energética, cumplimiento de objetivos y apuesta de APPA
Al finalizar 2008 España estaba lejos de cumplir los objetivos en materia de política energética recogidos en la Ley 54/97 del sector eléctrico y desglosados en el PER 2005-2010. En efecto, en lo que se refiere a consumo primario de energía de origen renovable nuestro país había alcanzado el 7,6% cuando el objetivo para 2010 es del 12,1%. La producción eléctrica con renovables se situó en un 20,4% frente al objetivo fijado del 30,3%. En el caso de los biocarburantes, el consumo estaba en un 1,91% lejos del objetivo del 5,83%.
El único objetivo alcanzado fue, a cierre de 2008, el de emisiones de CO2 evitadas. El acumulado a esa fecha era de 84 millones de toneladas, cuando el objetivo del PER para 2010 era de 77 millones.
APPA apuesta por el cumplimiento de la Directiva 2009/28/CE (que debe ser traspuesta a la legislación española durante 2010) que marca unos objetivos vinculantes para España muy ambiciosos: el 20% del consumo de energía final bruta debe provenir de fuentes renovables en 2020. Estos objetivos fueron reflejados por el Consejo de Ministros del 27 de octubre en su ‘Anteproyecto de Ley de Economía Sostenible’.
Según el compromiso con la Unión Europea, España debe elaborar un Plan de Acción Nacional de Energías Renovables y notificar el 20 de junio de 2010 sus objetivos específicos por tecnologías para alcanzar el citado 20% en 2020. Para conseguirlo, APPA cree necesaria la promulgación de la anunciada Ley de Renovables, sobre la que, conjuntamente con Greenpeace, la Asociación presentó una propuesta de Anteproyecto de Ley.
El estudio arroja el dato significativo de que el sector de las energías renovables es muy intensivo en mano de obra, por lo que genera más empleo que la media del sector de la energía por unidad de PIB creada. Además, los trabajadores del sector español de renovables alcanzan, de media, un 31% más de productividad que los del conjunto de la economía.
Por otra parte, el impacto medioambiental de la producción de electricidad con fuentes de energía renovables evitó en el periodo 2005-2010 la emisión a la atmósfera de más de 84 millones de toneladas de CO2 equivalentes. Sólo en 2008 las renovables evitaron la emisión de 23,6 millones de toneladas, un 5,7% del total de las emisiones de CO2 de España. En términos económicos, el impacto del ahorro en derechos de emisiones de CO2 en 2008 fue de 499 millones de euros.
El análisis realizado demuestra que las renovables evitaron también la emisión de 18.600 toneladas de NOx y de 34.300 toneladas de SO2, ambos gases nocivos para las personas, los animales y el medioambiente. En 2010 se podría evitar la emisión de 26.100 toneladas de NOx y 54.500 toneladas de SO2.
En cuanto a las primas que reciben las energías renovables, éstas compensan, de manera parcial, el coste evitado de otras tecnologías que no incorporan sus costes externos, de forma que las energías renovables no tengan desventajas competitivas y puedan desarrollarse. Si las tecnologías convencionales incluyesen todos sus costes externos, las energías renovables competirían con ventaja en un mercado libre. Si se comparan los beneficios derivados de no emitir CO2 y las importaciones evitadas de combustibles fósiles con la prima recibida, se obtiene siempre un saldo positivo. En 2008 la diferencia existente entre los beneficios generados por las energías renovables y las primas recibidas por los productores fue de 619 millones de euros.
Política energética, cumplimiento de objetivos y apuesta de APPA
Al finalizar 2008 España estaba lejos de cumplir los objetivos en materia de política energética recogidos en la Ley 54/97 del sector eléctrico y desglosados en el PER 2005-2010. En efecto, en lo que se refiere a consumo primario de energía de origen renovable nuestro país había alcanzado el 7,6% cuando el objetivo para 2010 es del 12,1%. La producción eléctrica con renovables se situó en un 20,4% frente al objetivo fijado del 30,3%. En el caso de los biocarburantes, el consumo estaba en un 1,91% lejos del objetivo del 5,83%.
El único objetivo alcanzado fue, a cierre de 2008, el de emisiones de CO2 evitadas. El acumulado a esa fecha era de 84 millones de toneladas, cuando el objetivo del PER para 2010 era de 77 millones.
APPA apuesta por el cumplimiento de la Directiva 2009/28/CE (que debe ser traspuesta a la legislación española durante 2010) que marca unos objetivos vinculantes para España muy ambiciosos: el 20% del consumo de energía final bruta debe provenir de fuentes renovables en 2020. Estos objetivos fueron reflejados por el Consejo de Ministros del 27 de octubre en su ‘Anteproyecto de Ley de Economía Sostenible’.
Según el compromiso con la Unión Europea, España debe elaborar un Plan de Acción Nacional de Energías Renovables y notificar el 20 de junio de 2010 sus objetivos específicos por tecnologías para alcanzar el citado 20% en 2020. Para conseguirlo, APPA cree necesaria la promulgación de la anunciada Ley de Renovables, sobre la que, conjuntamente con Greenpeace, la Asociación presentó una propuesta de Anteproyecto de Ley.
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