El Servicio de Estudios de BBVA prevé que la inflación alcanzará el 1,4% en enero, por el efecto de las subidas de precios regulados de comienzos de 2010 (gas, electricidad, servicios postales o transporte, etc.), que, señala, "están resultando intensas".
En su último "Observatorio Inflación", la entidad indica que en el mes de enero la inflación previsiblemente repuntará en 6 décimas "salvo que el periodo de rebajas fuese tan intenso como el excepcional 2009, en cuyo casi podría situarse un par de décimas por debajo".
BBVA apunta que hasta el mes de julio, con la anunciada subida del IVA, el IPC "no se irá significativamente por encima de esos niveles, pero sí lo hará a partir de entonces, hasta cerrar 2010 en el entorno del 2%".
En el aumento también influirá, como ha venido ocurriendo en los últimos meses, el incremento del precio del petróleo. Por ello, la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) podría situarse en promedio de 2010 en el entorno del 1%.
Así, desde el banco que preside Francisco González destaca que "es de suma importancia" que "las presiones inflacionistas subyacentes en la economía permanecerán bastante limitadas en un contexto de demanda todavía débil".
En su último "Observatorio Inflación", la entidad indica que en el mes de enero la inflación previsiblemente repuntará en 6 décimas "salvo que el periodo de rebajas fuese tan intenso como el excepcional 2009, en cuyo casi podría situarse un par de décimas por debajo".
BBVA apunta que hasta el mes de julio, con la anunciada subida del IVA, el IPC "no se irá significativamente por encima de esos niveles, pero sí lo hará a partir de entonces, hasta cerrar 2010 en el entorno del 2%".
En el aumento también influirá, como ha venido ocurriendo en los últimos meses, el incremento del precio del petróleo. Por ello, la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) podría situarse en promedio de 2010 en el entorno del 1%.
Así, desde el banco que preside Francisco González destaca que "es de suma importancia" que "las presiones inflacionistas subyacentes en la economía permanecerán bastante limitadas en un contexto de demanda todavía débil".
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