CC.OO., UGT, CEOE y Cepyme se reunirán mañana por la tarde para intentar 'desatascar' las negociaciones para prorrogar en 2009 el acuerdo interconfederal de negociación colectiva (ANC) y todo ello en paralelo al desarrollo del diálogo social, del que se esperan resultados después del fin de semana, informaron hoy a Europa Press fuentes conocedoras de este encuentro.
Las diferencias sobre la negociación salarial son el principal escollo que separa a patronal y sindicatos de la firma de un nuevo acuerdo de negociación colectiva. Los empresarios argumentan que la situación financiera de las empresas, aquejadas por la falta de liquidez y por las restricciones crediticias, no es el mejor panorama para plantear subidas salariales que tomen como referencia el objetivo de inflación (2%), máxime con unos precios en clara tendencia a la baja.
Los sindicatos, por su parte, se niegan a plantearse congelaciones salariales y no están dispuestos a aceptar subidas inferiores al 2%. Y avisan además de que si las empresas recurren a las cláusulas de 'descuelgue' salarial (posibilidad de obviar los incrementos retributivos pactados) tienen que justificar los motivos y presentar un plan de empresa y de empleo.
"La CEOE se está equivocando y corre el riesgo de equivocarse gravemente. Empresarios y sindicatos deberíamos firmar rápidamente el acuerdo de negociación colectiva, porque los convenios colectivos deberían resolverse con prontitud para no generar incertidumbre, por un lado, o conflicto en las empresas, por otro. La situación no lo aconseja, no es prudente, ni conviene a las empresas ni a los trabajadores", subrayaba hace unos días el secretario general de CC.OO., Ignacio Fernándex Toxo, en una entrevista con Europa Press.
Desde UGT, su secretario de Acción Sindical, Toni Ferrer, señalaba también recientemente que en las circunstancias económicas actuales, donde el consumo 'no está tirando' del PIB, resulta fundamental que en 2009 los salarios de los trabajadores crezcan por encima de los precios, pues ello ayudaría a estimular la demanda y evitaría situaciones de deflación, que serían muy negativas para la economía y el empleo.
Mientras patronal y sindicatos intentan desbloquear el ANC, en otro escenario de negociación, el del diálogo social, donde además de los agentes sociales interviene el Gobierno, hay avances, pero en un ambiente extraño. Los sindicatos se quejan de la actitud "desmedida" de la CEOE, que ha ido exhibiendo su programa de máximos (abaratamiento del despido, entre otros), sin que parezca tener la intención de suscribir un acuerdo en el que sí irá la firma del Ejecutivo y los sindicatos.
De la marcha del diálogo social y del ANC discutirá esta tarde la Comisión Ejecutiva de CC.OO., mientras que la CEOE mantendrá mañana un almuerzo con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el que, según ha anunciado el propio jefe del Ejecutivo, se hablará de cómo inyectar liquidez en las empresas y ayudarlas a su financiación. De hecho, el Ejecutivo ha trasladado a los agentes sociales su intención de crear una nueva línea ICO-Liquidez para medianas empresas que, siendo solventes y viables, tienen problemas de circulante en la actual coyuntura económica.
LA CEOE, CON ZAPATERO.
La reunión entre CEOE y Zapatero, según otras fuentes consultadas por Europa Press, podría convertirse también en una especie de 'tirón de orejas' a la patronal, para que se avenga a firmar acuerdos en el diálogo social.
Sobre la mesa de éste, de momento, hay un conjunto de medidas "urgentes", dirigidas al mantenimiento y la generación de empleo y a la protección de los desempleados, que podrían ver la luz en poco tiempo. La mayor parte de estas iniciativas han ido conociéndose a lo largo de las últimas semanas, pero han sufrido algunos cambios y concreciones en los últimos días.
Entre las medidas que se barajan se encuentra la de eliminar los periodos de espera entre el fin de la prestación contributiva por desempleo y el cobro del subsidio asistencial, y facilitar la contratación indefinida de trabajadores en paro que cobren prestación (tanto contributiva como asistencial) para utilizarla como una bonificación dirigida al empresario que contrate a estos trabajadores.
Así, de aprobarse la medida tal y como está actualmente diseñada, la empresa que contrate a estos trabajadores podrá bonificarse el 100% de la cuota empresarial a la Seguridad Social, hasta alcanzar un máximo equivalente al importe de la prestación que el parado tuviera pendiente de recibir a la fecha del contrato, con un límite para la bonificación de tres años y con la obligación de mantener en el empleo al trabajador contratado durante al menos un año (si le despide antes, la empresa tendrá que devolver las bonificaciones de las que se hubiera beneficiado).
Otra de las iniciativas que parece que finalmente saldrá adelante es la de reponer, con límites, las prestaciones por desempleo a los trabajadores a los que se les haya suspendido el contrato de trabajo por causa de un expediente de regulación de empleo (ERE) de suspensión temporal que deviene en definitivo. También habrá mejoras para aquellos trabajadores afectados por ERE de reducción de jornada y se favorecerá el mantenimiento del empleo mediante la concesión de aplazamientos en los pagos empresariales a la Seguridad Social.
En materia de contratación a tiempo parcial, se plantean bonificaciones para fomentar esta figura contractual, escasamente utilizada en España. Dicha bonificación será un 30% superior a la jornada pactada en el contrato, sin que en ningún caso pueda superarse el 100%. De hecho, para que el contrato reciba la totalidad de la bonificación, la jornada del contrato a tiempo parcial deberá ser equivalente al 70% de la jornada completa.
Las diferencias sobre la negociación salarial son el principal escollo que separa a patronal y sindicatos de la firma de un nuevo acuerdo de negociación colectiva. Los empresarios argumentan que la situación financiera de las empresas, aquejadas por la falta de liquidez y por las restricciones crediticias, no es el mejor panorama para plantear subidas salariales que tomen como referencia el objetivo de inflación (2%), máxime con unos precios en clara tendencia a la baja.
Los sindicatos, por su parte, se niegan a plantearse congelaciones salariales y no están dispuestos a aceptar subidas inferiores al 2%. Y avisan además de que si las empresas recurren a las cláusulas de 'descuelgue' salarial (posibilidad de obviar los incrementos retributivos pactados) tienen que justificar los motivos y presentar un plan de empresa y de empleo.
"La CEOE se está equivocando y corre el riesgo de equivocarse gravemente. Empresarios y sindicatos deberíamos firmar rápidamente el acuerdo de negociación colectiva, porque los convenios colectivos deberían resolverse con prontitud para no generar incertidumbre, por un lado, o conflicto en las empresas, por otro. La situación no lo aconseja, no es prudente, ni conviene a las empresas ni a los trabajadores", subrayaba hace unos días el secretario general de CC.OO., Ignacio Fernándex Toxo, en una entrevista con Europa Press.
Desde UGT, su secretario de Acción Sindical, Toni Ferrer, señalaba también recientemente que en las circunstancias económicas actuales, donde el consumo 'no está tirando' del PIB, resulta fundamental que en 2009 los salarios de los trabajadores crezcan por encima de los precios, pues ello ayudaría a estimular la demanda y evitaría situaciones de deflación, que serían muy negativas para la economía y el empleo.
Mientras patronal y sindicatos intentan desbloquear el ANC, en otro escenario de negociación, el del diálogo social, donde además de los agentes sociales interviene el Gobierno, hay avances, pero en un ambiente extraño. Los sindicatos se quejan de la actitud "desmedida" de la CEOE, que ha ido exhibiendo su programa de máximos (abaratamiento del despido, entre otros), sin que parezca tener la intención de suscribir un acuerdo en el que sí irá la firma del Ejecutivo y los sindicatos.
De la marcha del diálogo social y del ANC discutirá esta tarde la Comisión Ejecutiva de CC.OO., mientras que la CEOE mantendrá mañana un almuerzo con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el que, según ha anunciado el propio jefe del Ejecutivo, se hablará de cómo inyectar liquidez en las empresas y ayudarlas a su financiación. De hecho, el Ejecutivo ha trasladado a los agentes sociales su intención de crear una nueva línea ICO-Liquidez para medianas empresas que, siendo solventes y viables, tienen problemas de circulante en la actual coyuntura económica.
LA CEOE, CON ZAPATERO.
La reunión entre CEOE y Zapatero, según otras fuentes consultadas por Europa Press, podría convertirse también en una especie de 'tirón de orejas' a la patronal, para que se avenga a firmar acuerdos en el diálogo social.
Sobre la mesa de éste, de momento, hay un conjunto de medidas "urgentes", dirigidas al mantenimiento y la generación de empleo y a la protección de los desempleados, que podrían ver la luz en poco tiempo. La mayor parte de estas iniciativas han ido conociéndose a lo largo de las últimas semanas, pero han sufrido algunos cambios y concreciones en los últimos días.
Entre las medidas que se barajan se encuentra la de eliminar los periodos de espera entre el fin de la prestación contributiva por desempleo y el cobro del subsidio asistencial, y facilitar la contratación indefinida de trabajadores en paro que cobren prestación (tanto contributiva como asistencial) para utilizarla como una bonificación dirigida al empresario que contrate a estos trabajadores.
Así, de aprobarse la medida tal y como está actualmente diseñada, la empresa que contrate a estos trabajadores podrá bonificarse el 100% de la cuota empresarial a la Seguridad Social, hasta alcanzar un máximo equivalente al importe de la prestación que el parado tuviera pendiente de recibir a la fecha del contrato, con un límite para la bonificación de tres años y con la obligación de mantener en el empleo al trabajador contratado durante al menos un año (si le despide antes, la empresa tendrá que devolver las bonificaciones de las que se hubiera beneficiado).
Otra de las iniciativas que parece que finalmente saldrá adelante es la de reponer, con límites, las prestaciones por desempleo a los trabajadores a los que se les haya suspendido el contrato de trabajo por causa de un expediente de regulación de empleo (ERE) de suspensión temporal que deviene en definitivo. También habrá mejoras para aquellos trabajadores afectados por ERE de reducción de jornada y se favorecerá el mantenimiento del empleo mediante la concesión de aplazamientos en los pagos empresariales a la Seguridad Social.
En materia de contratación a tiempo parcial, se plantean bonificaciones para fomentar esta figura contractual, escasamente utilizada en España. Dicha bonificación será un 30% superior a la jornada pactada en el contrato, sin que en ningún caso pueda superarse el 100%. De hecho, para que el contrato reciba la totalidad de la bonificación, la jornada del contrato a tiempo parcial deberá ser equivalente al 70% de la jornada completa.