miércoles, 11 de febrero de 2009

El primer gran telescopio español, el «Grantecan», será inaugurado en julio


El primer gran telescopio español, el Gran Telescopio Canario o ‘Grantecan’ (GTC), que está ubicado en el Observatorio del Roque de los Muchachos en la isla de La Palma, será inaugurado de forma oficial la segunda quincena de julio, según confirmó el director de la gran infraestructura científica, el experto Pedro Alvarez.

No obstante, el aparato está operativo desde julio de 2007, momento en el que el Príncipe Felipe y la por aquel entonces ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera, presidieron en la ceremonia de “primera luz” del Gran Telescopio. El evento supuso la primera actividad científica de esta gran infraestructura de investigación. Por ello, este próximo mes de julio se espera que entre en producción científica. Las obras del edificio comenzaron en 2000 en el Observatorio del Roque de Los Muchachos, La Palma. Dichas instalaciones, junto con el Observatorio del Teide, constituyen el Observatorio Norte Europeo (ENO). Según los expertos, en este lugar se reúnen condiciones óptimas para la observación, debido a la calidad del cielo y a la existencia de una ley que lo protege.

El GTC es un telescopio reflector, es decir, que emplea espejos, en lugar de lentes, para recoger la luz, que además cuenta en su diseño con las últimas innovaciones tecnológicas. Por ello, los expertos esperan que se convierta en uno de los telescopios más avanzados del mundo. “Podrá llegar a ver los objetos más distantes y los más débiles del Universo. Entendamos esto como un viaje en el tiempo: la luz que recibimos de los objetos más alejados del Universo empezó su viaje hace unos 15.000 millones de años, por lo que podremos obtener respuesta a muchas preguntas sobre la creación del Universo conocido”, explicó el experto.
Alvarez, señaló que el Grantecan “va a ser el mejor telescopio y va a tener una instrumentación innovadora” y apuntó que va a permitir hacer una ciencia que “otros no pueden”, y que por primera vez empleará la observación en el infrarrojo térmico en las cercanías de las estrella, persiguiendo el descubrimiento de zonas de formación de planetas alrededor de las estrellas.

Por otro lado, destaca que el 70 por ciento de la obra se produjo gracias a la inversión española, pero concretó que se ha trabajado directamente con los centros científicos e industrias que han colaborado “enseñándoles exactamente qué es lo que tenían que hacer”. Se espera que con el GTC se puedan llegar a distinguir sistemas planetarios en estrellas cercanas al Sistema Solar; se pueda conocer la materia oscura; descubrir, oculto tras las densas nubes moleculares, el nacimiento de estrellas; o ver las galaxias más alejadas y los cuásares. Igualmente, pretende estudiar más a fondo las características de algunos agujeros negros y su evolución, o saber cuáles son los componentes químicos creados tras el ‘Big bang’, así como hallar planetas similares a la Tierra en otras estrellas.

El espejo primario con el que cuenta fue pensado para alcanzar un tamaño de 10 metros de diámetro, para lo cual fue necesario diseñar y fabricar un espejo segmentado, ya que sería imposible la manipulación y el traslado de un espejo único de ese tamaño. Este está compuesto por 36 piezas hexagonales que, unidas, tienen un tamaño equivalente al de un espejo circular de 10,4 metros de diámetro. Aparte del espejo primario, se utilizan un espejo secundario y un tercer espejo para enviar la luz a los focos donde se ubican los instrumentos científicos. Según explicó Alvarez, por ser el último de esta generación de grandes telescopios que se está construyendo, el Grantecan ha intentado mejorar el diseño de sus predecesores, aprendiendo de su experiencia.

DOS TECNICAS PARA RECOGER LA LUZ

Entre sus avances, junto con la gran superficie colectora, es muy importante la calidad de imagen, por lo que utilizará dos técnicas para optimizarla: la óptica activa y, más adelante, la óptica adaptativa. Con la primera se alinean, deforman y mueven los espejos (segmentos del primario y espejo secundario) para mantener de un modo preciso la posición y forma de los espejos, independientemente de las condiciones externas (climatología, temperatura, gravedad, defectos de fabricación, etc.) de manera que no influyan sobre la imagen.

La óptica adaptativa es, en la actualidad, una técnica incipiente que está siendo desarrollada para los principales telescopios del mundo, que equivale casi a observar sin atmósfera. Consiste en utilizar espejos deformables para compensar las aberraciones que sufre la luz a su paso por la atmósfera. A todo esto hay que sumar una cúpula, que protege al telescopio y está preparada para evitar al máximo la existencia de turbulencias externas e internas que puedan degradar la imagen y una estructura mecánica diseñada para que la observación se realice libre de vibraciones, que podrían restar nitidez a las imágenes.

Además, el GTC pretende lograr un óptimo aprovechamiento del tiempo de observación mediante el sistema de observación por colas (proceso por el cual se decidirá automáticamente qué instrumentación y qué tipo de observación conviene hacer conforme a las condiciones atmosféricas de cada momento). Asimismo, utilizará un avanzado sistema de control y dispondrá de una alta fiabilidad de funcionamiento gracias a un programa de mantenimiento preventivo, diseñado para percibir posibles fallos de funcionamiento antes de que se produzcan, garantizando que el tiempo de parada producido por estos fallos en el sistema sea mínimo.

Este gran telescopio es de los más grandes que existen en el mundo en la actualidad, ya que hasta mediados de la próxima década no terminarán de construirse los Supertelescopios Europeos (‘E-ELT’, por sus siglas en inglés), que todavía están pendientes de suficiente financiación así como de ubicación. El Proyecto GTC es una iniciativa española, liderada por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) con el apoyo de la Administración del Estado y la comunidad autónoma Canaria, a través de los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER) de la Comunidad Europea, y la participación de México, a través del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de Mexico (IA-UNAM ) e Instituto Nacional de Astrofísica, Optica y Electrónica (INAOE), y Estados Unidos, a través de la Universidad de Florida.

No hay comentarios: