La homeopatía es un método terapéutico que se basa en administrar pequeñas dosis de sustancias medicamentosas para activar las propias defensas de nuestro organismo y llegar suavemente a la mejoría o curación de las enfermedades. Los productos homeopáticos están sometidos a los mismos textos legislativos aplicables al resto de los medicamentos, en lo que se refiere al proceso de fabricación y control, y por supuesto, a la distribución limitada a las oficinas de farmacia.
El farmacéutico tiene un papel fundamental en la información y el consejo al paciente de este tipo de medicamento. No podemos perder de vista que son de gran utilidad para el profesional sanitario por su eficacia en un amplio abanico de afecciones, que van desde gripe, toses, trastornos del sueño y dispepsias a patologías de más difícil tratamiento como problemas ORL de repetición, alergias o nerviosismo infantil.
Según los datos de la última Encuesta Nacional de Salud, elaborada por el Ministerio de Sanidad y Consumo y por el Instituto Nacional de Estadística (INE), un 28,36 por ciento de los ciudadanos encuestados habían consumido algún tipo de producto homeopático. A todo ello hay que añadir la vertiente preventiva, ya que actúa estimulando la propia capacidad del organismo para encontrar su equilibrio óptimo, y la excelente tolerancia y práctica ausencia de contraindicaciones y efectos adversos. Todo ello, hace de la homeopatía una gran aliada para el cuidado de la salud de toda la familia, incluyendo a los niños (resfriados, toses, salidas de dientes, cólicos del lactante, insomnio, miedo...), mujeres embarazadas y pacientes que toman muchos fármacos para diferentes tratamientos.
La otra cara de la moneda es la creciente necesidad del profesional sanitario en general y del farmacéutico en particular, de formación para conocer la homeopatía y sus aplicaciones y también sus límites. Actualmente, existen cursos de formación sobre Terapéutica Homeopática para profesionales organizados por centros como la Universidad Pública de Navarra, la Universidad de Zaragoza o la Universidad de Valencia o Alicante, la Uned, o escuelas privadas como el Centro de Enseñanza y Desarrollo de la Homeopatía (CEDH), con una larga trayectoria de formación internacional. También los colegios oficiales de médicos y farmacéuticos ofrecen enseñanza de profundización en esta rama para postgrados. Es el caso del Colegio de Médicos de Madrid y el de Vizcaya, o los Colegios de Farmacéuticos de Barcelona, Madrid, Burgos, Gerona, León, Sevilla, Tarragona, Murcia y Salamanca. De hecho, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Salamanca acaba de iniciar su I Curso Práctico de Farmacia Asistencial Homeopática, en colaboración con el CEDH.
Sin embargo, el reto pendiente para los próximos años es la integración de formación sobre homeopatía en los planes de estudios de los profesionales sanitarios. Sólo de esta forma podremos asegurar a toda la población la información y el consejo sobre medicamentos homeopáticos que ya nos están demandando.
El farmacéutico tiene un papel fundamental en la información y el consejo al paciente de este tipo de medicamento. No podemos perder de vista que son de gran utilidad para el profesional sanitario por su eficacia en un amplio abanico de afecciones, que van desde gripe, toses, trastornos del sueño y dispepsias a patologías de más difícil tratamiento como problemas ORL de repetición, alergias o nerviosismo infantil.
Según los datos de la última Encuesta Nacional de Salud, elaborada por el Ministerio de Sanidad y Consumo y por el Instituto Nacional de Estadística (INE), un 28,36 por ciento de los ciudadanos encuestados habían consumido algún tipo de producto homeopático. A todo ello hay que añadir la vertiente preventiva, ya que actúa estimulando la propia capacidad del organismo para encontrar su equilibrio óptimo, y la excelente tolerancia y práctica ausencia de contraindicaciones y efectos adversos. Todo ello, hace de la homeopatía una gran aliada para el cuidado de la salud de toda la familia, incluyendo a los niños (resfriados, toses, salidas de dientes, cólicos del lactante, insomnio, miedo...), mujeres embarazadas y pacientes que toman muchos fármacos para diferentes tratamientos.
La otra cara de la moneda es la creciente necesidad del profesional sanitario en general y del farmacéutico en particular, de formación para conocer la homeopatía y sus aplicaciones y también sus límites. Actualmente, existen cursos de formación sobre Terapéutica Homeopática para profesionales organizados por centros como la Universidad Pública de Navarra, la Universidad de Zaragoza o la Universidad de Valencia o Alicante, la Uned, o escuelas privadas como el Centro de Enseñanza y Desarrollo de la Homeopatía (CEDH), con una larga trayectoria de formación internacional. También los colegios oficiales de médicos y farmacéuticos ofrecen enseñanza de profundización en esta rama para postgrados. Es el caso del Colegio de Médicos de Madrid y el de Vizcaya, o los Colegios de Farmacéuticos de Barcelona, Madrid, Burgos, Gerona, León, Sevilla, Tarragona, Murcia y Salamanca. De hecho, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Salamanca acaba de iniciar su I Curso Práctico de Farmacia Asistencial Homeopática, en colaboración con el CEDH.
Sin embargo, el reto pendiente para los próximos años es la integración de formación sobre homeopatía en los planes de estudios de los profesionales sanitarios. Sólo de esta forma podremos asegurar a toda la población la información y el consejo sobre medicamentos homeopáticos que ya nos están demandando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario