Joaquín Erazo, de 24 años, fue detenido el domingo cuando vendía 21 pitillos de marihuana (0,7 gramos) en un bar en el municipio de Panguipulli, a más de 800 kilómetros al sur de Santiago de Chile, según informó la policía. Hasta aquí es un suceso común y corriente. Pero ocurre que Erazo es hijo del ministro chileno de Salud, Álvaro Erazo, y que ésta no es la primera vez que tiene problemas con las autoridades.
El joven fue condenado en 2006 a 540 días de cárcel por las lesiones que causó a Juan Pablo Verdugo a la salida de una fiesta en la capital chilena el 2 de septiembre de 2005. Verdugo permaneció una semana en coma tras haber sido golpeado con un palo por Erazo, que le fracturó el cráneo.
En esta ocasión, el joven será acusado de "microtráfico" de drogas, un delito que en su país es castigado con una pena que va de los 541 días a los cinco años de cárcel. Álvaro Erazo se encontraba de vacaciones cuando fue detenido su hijo. El ministro declaró en una entrevista radiofónica cuando se disponía a visitar a su hijo que "es una situación dolorosa y, como familia, espero que se haga la investigación que corresponde", y agregó que Joaquín "enfrentará esta situación como cualquier otro joven de nuestro país".
Por su parte, el portavoz del Gobierno, Francisco Vidal, declaró que "ser hijo de un ministro no significa que se le excluya de la ley", añadió que "hay que probar" la acusación que pesa sobre Erazo y pidió cautela y que se permita "que las cosas funcionen".
Joaquín Erazo pasó unas horas detenido antes de ser puesto en libertad condicional por un juez del Tribunal de Panguipulli, que además decretó el inicio de la investigación, que durará como máximo tres meses.
El joven fue condenado en 2006 a 540 días de cárcel por las lesiones que causó a Juan Pablo Verdugo a la salida de una fiesta en la capital chilena el 2 de septiembre de 2005. Verdugo permaneció una semana en coma tras haber sido golpeado con un palo por Erazo, que le fracturó el cráneo.
En esta ocasión, el joven será acusado de "microtráfico" de drogas, un delito que en su país es castigado con una pena que va de los 541 días a los cinco años de cárcel. Álvaro Erazo se encontraba de vacaciones cuando fue detenido su hijo. El ministro declaró en una entrevista radiofónica cuando se disponía a visitar a su hijo que "es una situación dolorosa y, como familia, espero que se haga la investigación que corresponde", y agregó que Joaquín "enfrentará esta situación como cualquier otro joven de nuestro país".
Por su parte, el portavoz del Gobierno, Francisco Vidal, declaró que "ser hijo de un ministro no significa que se le excluya de la ley", añadió que "hay que probar" la acusación que pesa sobre Erazo y pidió cautela y que se permita "que las cosas funcionen".
Joaquín Erazo pasó unas horas detenido antes de ser puesto en libertad condicional por un juez del Tribunal de Panguipulli, que además decretó el inicio de la investigación, que durará como máximo tres meses.
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