El Cabildo de Gran Canaria «nunca será propietario» de Guaguas Municipales. El presidente de esta institución, José Miguel Pérez, cerró ayer la puerta a cualquier participación en el capital de la empresa que prepara el ayuntanmiento capitalino, y rechazó las comparaciones con Tenerife.
La puerta parece definitivamente cerrada. El presidente del cabildo grancanario, José Miguel Pérez, expuso ayer todos los mecanismos dispuestos para contribuir al saneamiento de las cuentas de Guaguas Municipales, pero dejó claro que esa institución, «al igual que no estamos en ninguna otra empresa de esta isla, participaremos de esa manera, nunca como propietarios», como en diversas ocasiones le ha reclamado el propio alcalde y compañero de filas en el PSOE, Jerónimo Saavedra.
Pérez apuntó que «ya expusimos cuáles eran nuestras vías de solución, de máxima colaboración con el ayuntamiento», antes de matizar que la presencia y posterior renuncia de representantes del cabildo en el consejo de administración de Guaguas fue «a título personal, porque no es una representación institucional, entre otras cosas porque se juegan su patrimonio personal». El consejero de Hacienda, Luis Ibarra, y el director insular de transportes, Rogelio Frade, se retiraron hace un mes de sus plazas en el órgano de dirección de Guaguas Municipales, y ayer el presidente precisó que «fueron invitados a colaborar para establecer la situación de la compañía, y llegaron a una conclusión que ha servido para que guaguas municipales pueda tener una información veraz sobre la situación real de sus cuentas». Así, recordó que «esa empresa entró en una situación muy grave desde el punto de vista financiero por haber aplicado durante años atrás políticas que no fueron finaciadas con cargo al ayuntamiento, sino cargadas a la cuenta de resultados de la empresa».
Tenerife
Pérez trasladó al Gobierno regional la responsabilidad sobre el futuro del tranporte de viajeros en la ciudad, y señaló que con los contratos programa «firmados desde el año 2000 en adelante, la isla de Gran Canaria ha perdido un 8%. Dinero que ha dejado de percibir la Autoridad de Única del Transporte para financiar a las empresas que colaboran en el transporte público insular», mientras en «otras islas», en referencia a Tenerife, «el transporte insular fue propiedad de Renfe, luego de propiedad autonómica y se entregó magníficamente bien al cabildo. Eso implica que hay muchos fondos públicos externos a esa isla que han ido a parar a su transporte terrestre, adicionales a los del contrato programa, tanto del Gobierno central como del Gobierno autónomo, que ponemos todos», recalcó, enviando un recado a «quienes piensen que que el Cabildo de Gran Canaria puede hacerse cargo exclusivamente de una entidad como ésta porque el Cabildo de Tenerife se ha hecho cargo de otra».
La puerta parece definitivamente cerrada. El presidente del cabildo grancanario, José Miguel Pérez, expuso ayer todos los mecanismos dispuestos para contribuir al saneamiento de las cuentas de Guaguas Municipales, pero dejó claro que esa institución, «al igual que no estamos en ninguna otra empresa de esta isla, participaremos de esa manera, nunca como propietarios», como en diversas ocasiones le ha reclamado el propio alcalde y compañero de filas en el PSOE, Jerónimo Saavedra.
Pérez apuntó que «ya expusimos cuáles eran nuestras vías de solución, de máxima colaboración con el ayuntamiento», antes de matizar que la presencia y posterior renuncia de representantes del cabildo en el consejo de administración de Guaguas fue «a título personal, porque no es una representación institucional, entre otras cosas porque se juegan su patrimonio personal». El consejero de Hacienda, Luis Ibarra, y el director insular de transportes, Rogelio Frade, se retiraron hace un mes de sus plazas en el órgano de dirección de Guaguas Municipales, y ayer el presidente precisó que «fueron invitados a colaborar para establecer la situación de la compañía, y llegaron a una conclusión que ha servido para que guaguas municipales pueda tener una información veraz sobre la situación real de sus cuentas». Así, recordó que «esa empresa entró en una situación muy grave desde el punto de vista financiero por haber aplicado durante años atrás políticas que no fueron finaciadas con cargo al ayuntamiento, sino cargadas a la cuenta de resultados de la empresa».
Tenerife
Pérez trasladó al Gobierno regional la responsabilidad sobre el futuro del tranporte de viajeros en la ciudad, y señaló que con los contratos programa «firmados desde el año 2000 en adelante, la isla de Gran Canaria ha perdido un 8%. Dinero que ha dejado de percibir la Autoridad de Única del Transporte para financiar a las empresas que colaboran en el transporte público insular», mientras en «otras islas», en referencia a Tenerife, «el transporte insular fue propiedad de Renfe, luego de propiedad autonómica y se entregó magníficamente bien al cabildo. Eso implica que hay muchos fondos públicos externos a esa isla que han ido a parar a su transporte terrestre, adicionales a los del contrato programa, tanto del Gobierno central como del Gobierno autónomo, que ponemos todos», recalcó, enviando un recado a «quienes piensen que que el Cabildo de Gran Canaria puede hacerse cargo exclusivamente de una entidad como ésta porque el Cabildo de Tenerife se ha hecho cargo de otra».
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