En la madrugada de la Nochebuena de 1858 "las personas que estaban en las calles, en los caminos y en los campos vieron aparecer un magnífico globo de fuego de una brillantez extraordinaria y deslumbradora, que ostentando los colores del arco iris, oscureció la luz de la Luna y descendió majestuosamente desde las regiones aéreas”. Así se recoge en un informe encargado por Rafael Martínez Fortún, vecino del municipio murciano de Molina de Segura, en cuya hacienda cayó el mayor meteorito recogido en España hace 150 años.
El meteorito puede verse en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de MadridEl relato de Martínez Fortún se recoge en un reciente estudio publicado en la revista Astronomy and Geophysics por el geólogo planetario del Centro de Astrobiología (INTA/CSIC), Jesús Martínez Frías, y de la catedrática de Cristalografía y Mineralogía de la Universidad Complutense de Madrid, Rosario Lunar.
Martínez Frías explicó al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) del Ministerio de Ciencia e Innovación que la masa del meteorito de Molina de Segura "rondaría los 144 kilos al caer, pero se dividió en varios fragmentos, y el más grande, de 112,5 kilos, es el que actualmente se muestra en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN), en Madrid".
"Un resplandor que eclipsaba la Luna"
Además de las características mineralógicas y geoquímicas del meteorito, el estudio recoge gran parte del informe encargado por Martínez Fortún, el propietario del bancal de cebada donde cayó la roca, y se preocupó de elaborar y registrar legalmente el "testimonio literal de la información a objeto de acreditar los fenómenos físicos que se observaron el 24 de diciembre de 1858".
Levantó de la cama a los vecinos de Molina de Segura
En el informe uno de los testigos declaró que, a los "tres cuartos para las tres de la mañana", observó que repentinamente se iluminó la atmósfera por "un gran lucero de un resplandor que eclipsaba la Luna". Otro contó que "pasó por encima de esta ciudad a tan poca distancia de la torre de la catedral, que creyeron que iba a tocar en la linterna de dicha torre, pero no sucedió así, sino que recorrió unas tres leguas más, salvando esta ciudad y su término".
El impacto sobre el terreno produjo tal sacudida que "levantó de la cama a los vecinos de Molina de Segura", municipio que actualmente ronda los 65.000 habitantes, y despertaron "muchas personas de las que se hallaban durmiendo, y todas, excepto las que observaron el fenómeno al aire libre, creyeron que era una de esas tormentas tan frecuentes en esta localidad, llenándoles de terror", continuó el relato.
El meteorito puede verse en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de MadridEl relato de Martínez Fortún se recoge en un reciente estudio publicado en la revista Astronomy and Geophysics por el geólogo planetario del Centro de Astrobiología (INTA/CSIC), Jesús Martínez Frías, y de la catedrática de Cristalografía y Mineralogía de la Universidad Complutense de Madrid, Rosario Lunar.
Martínez Frías explicó al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) del Ministerio de Ciencia e Innovación que la masa del meteorito de Molina de Segura "rondaría los 144 kilos al caer, pero se dividió en varios fragmentos, y el más grande, de 112,5 kilos, es el que actualmente se muestra en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN), en Madrid".
"Un resplandor que eclipsaba la Luna"
Además de las características mineralógicas y geoquímicas del meteorito, el estudio recoge gran parte del informe encargado por Martínez Fortún, el propietario del bancal de cebada donde cayó la roca, y se preocupó de elaborar y registrar legalmente el "testimonio literal de la información a objeto de acreditar los fenómenos físicos que se observaron el 24 de diciembre de 1858".
Levantó de la cama a los vecinos de Molina de Segura
En el informe uno de los testigos declaró que, a los "tres cuartos para las tres de la mañana", observó que repentinamente se iluminó la atmósfera por "un gran lucero de un resplandor que eclipsaba la Luna". Otro contó que "pasó por encima de esta ciudad a tan poca distancia de la torre de la catedral, que creyeron que iba a tocar en la linterna de dicha torre, pero no sucedió así, sino que recorrió unas tres leguas más, salvando esta ciudad y su término".
El impacto sobre el terreno produjo tal sacudida que "levantó de la cama a los vecinos de Molina de Segura", municipio que actualmente ronda los 65.000 habitantes, y despertaron "muchas personas de las que se hallaban durmiendo, y todas, excepto las que observaron el fenómeno al aire libre, creyeron que era una de esas tormentas tan frecuentes en esta localidad, llenándoles de terror", continuó el relato.
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