Más de 26.000 españoles residentes en el exterior que mejoraron su renta en 2008 conservarán este año la prestación económica por ancianidad. El Gobierno aplica para 2009 una subida de entre el 6% y el 40% en la base de cálculo de estas pensiones. La mejora supone rebasar la cifra de 45.000 beneficiarios que ya perciben estas ayudas.
La partida presupuestaria inicial alcanza los 110 millones de euros, cantidad que podrá incrementándose a lo largo del año según las necesidades. La subida, que oscila entre el 6 y el 40 por ciento en moneda local y según el país (entre un 6 y un 25 por ciento en euros) comenzará a regir el primer trimestre de este año y su objetivo es paliar la pérdida de poder adquisitivo en los países de destino.
Para establecer la base de cálculo de la prestación por razón de necesidad a favor de los españoles residentes en el exterior el Gobierno tiene en cuenta, además del presupuesto con el que para este fin cuente el Ministerio de Trabajo e Inmigración, los indicadores económicos y de protección social de cada país de residencia. En este caso, el repunte de la inflación hacía peligrar las condiciones de vida de los españoles exterior.
De no haberse hecho efectiva la revisión al alza, al menos 26.000 de los 45.000 españoles que se beneficiaron de una pensión asistencial en 2008 quedarían este ejercicio fuera del sistema, según la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración.
El incremento logra, asimismo, dar continuidad al derecho a la asistencia sanitaria de aquellos que dejaron de ser receptores a 31 de diciembre de 2008, según puso de relevancia la titular de este departamento, Consuelo Rumí, en una comparecencia ante los medios especializados el miércoles 14 de enero a la que acudió acompañada por el director general para la Ciudadanía Española en el Exterior, Agustín Torres.
Venezuela, cuya economía registró este año una inflación del 31,09%, obtiene la mejora más significativa. La base de cálculo para los residentes en el país bolivariano se verá ampliada en un 40%. El aumento supondrá que la cantidad máxima a percibir por cada beneficiario será de 1.005 bolívares (300,17 euros) mensuales.
Le siguen Argentina y República Dominicana, donde la base de cálculo aumenta un 25% hasta una mensualidad de 1.500 pesos (325,71 euros) y 8.567 pesos (173,88 euros), respectivamente. En Cuba, Ecuador, México, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Honduras el indicador crece un 20%. Las cuotas mejoran de este modo hasta los 7.272 pesos cubanos por mes (187,07 euros) o los 4.159 pesos mexicanos (263,39 euros), por ejemplo.
Los residentes en países no sudamericanos también disfrutarán de ampliaciones significativas en la base de cálculo. En Serbia con una mejora del 30%, la ayuda subirá hasta un máximo de 21.226 dinares (262,62 euros); en Marruecos, con un 20% de aumento, hasta los 2.524 dirhams mensuales (222,51 euros). Y en República Sudafricana, con otro 20% de subida, hasta una mensualidad de 1.877 rands (176,41euros).
Las prestaciones por razón de necesidad intentan garantizar un mínimo de subsistencia para los españoles mayores de 65 años que carezcan de recursos y vivan en países donde los sistemas públicos de protección social no cubran sus necesidades básicas. Está concebido como un complemento de los ingresos del beneficiario hasta alcanzar el límite máximo establecido para cada país -que viene fijado por la base de cálculo-. Su cuantía, por lo tanto, equivale a la diferencia entre los ingresos del solicitante y la base de cálculo establecida por el Ministerio.
La revalorización de las prestaciones por razón necesidad arrastra consigo la mejora de la asistencia sanitaria de los españoles en el exterior y las ayudas a incapacitados que no vivan en España. Para Rumí, se trata de “un todo”. Un todo que mantiene “niveles de vida”, dijo.
En palabras de Rumí, la Secretaría de Inmigración y Emigración arrancó la legislatura con el propósito de que la política social en el exterior no se iba a ver afectada por la crisis económica. La secretaria de Estado entiende que el incremento de la base de cálculo “hace posible ese compromiso contribuyendo a que miles de beneficiarios sigan cobrando sus pensiones”. Considerar, según explicó Agustín Torres, que el mínimo asistencial “sea suficiente para que los españoles en el exterior disfruten de un nivel de vida digno”.
La partida presupuestaria inicial alcanza los 110 millones de euros, cantidad que podrá incrementándose a lo largo del año según las necesidades. La subida, que oscila entre el 6 y el 40 por ciento en moneda local y según el país (entre un 6 y un 25 por ciento en euros) comenzará a regir el primer trimestre de este año y su objetivo es paliar la pérdida de poder adquisitivo en los países de destino.
Para establecer la base de cálculo de la prestación por razón de necesidad a favor de los españoles residentes en el exterior el Gobierno tiene en cuenta, además del presupuesto con el que para este fin cuente el Ministerio de Trabajo e Inmigración, los indicadores económicos y de protección social de cada país de residencia. En este caso, el repunte de la inflación hacía peligrar las condiciones de vida de los españoles exterior.
De no haberse hecho efectiva la revisión al alza, al menos 26.000 de los 45.000 españoles que se beneficiaron de una pensión asistencial en 2008 quedarían este ejercicio fuera del sistema, según la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración.
El incremento logra, asimismo, dar continuidad al derecho a la asistencia sanitaria de aquellos que dejaron de ser receptores a 31 de diciembre de 2008, según puso de relevancia la titular de este departamento, Consuelo Rumí, en una comparecencia ante los medios especializados el miércoles 14 de enero a la que acudió acompañada por el director general para la Ciudadanía Española en el Exterior, Agustín Torres.
Venezuela, cuya economía registró este año una inflación del 31,09%, obtiene la mejora más significativa. La base de cálculo para los residentes en el país bolivariano se verá ampliada en un 40%. El aumento supondrá que la cantidad máxima a percibir por cada beneficiario será de 1.005 bolívares (300,17 euros) mensuales.
Le siguen Argentina y República Dominicana, donde la base de cálculo aumenta un 25% hasta una mensualidad de 1.500 pesos (325,71 euros) y 8.567 pesos (173,88 euros), respectivamente. En Cuba, Ecuador, México, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Honduras el indicador crece un 20%. Las cuotas mejoran de este modo hasta los 7.272 pesos cubanos por mes (187,07 euros) o los 4.159 pesos mexicanos (263,39 euros), por ejemplo.
Los residentes en países no sudamericanos también disfrutarán de ampliaciones significativas en la base de cálculo. En Serbia con una mejora del 30%, la ayuda subirá hasta un máximo de 21.226 dinares (262,62 euros); en Marruecos, con un 20% de aumento, hasta los 2.524 dirhams mensuales (222,51 euros). Y en República Sudafricana, con otro 20% de subida, hasta una mensualidad de 1.877 rands (176,41euros).
Las prestaciones por razón de necesidad intentan garantizar un mínimo de subsistencia para los españoles mayores de 65 años que carezcan de recursos y vivan en países donde los sistemas públicos de protección social no cubran sus necesidades básicas. Está concebido como un complemento de los ingresos del beneficiario hasta alcanzar el límite máximo establecido para cada país -que viene fijado por la base de cálculo-. Su cuantía, por lo tanto, equivale a la diferencia entre los ingresos del solicitante y la base de cálculo establecida por el Ministerio.
La revalorización de las prestaciones por razón necesidad arrastra consigo la mejora de la asistencia sanitaria de los españoles en el exterior y las ayudas a incapacitados que no vivan en España. Para Rumí, se trata de “un todo”. Un todo que mantiene “niveles de vida”, dijo.
En palabras de Rumí, la Secretaría de Inmigración y Emigración arrancó la legislatura con el propósito de que la política social en el exterior no se iba a ver afectada por la crisis económica. La secretaria de Estado entiende que el incremento de la base de cálculo “hace posible ese compromiso contribuyendo a que miles de beneficiarios sigan cobrando sus pensiones”. Considerar, según explicó Agustín Torres, que el mínimo asistencial “sea suficiente para que los españoles en el exterior disfruten de un nivel de vida digno”.
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