El Fondo Estatal de Inversión Local reportará a los once municipios de la comarca poco más de 21,8 millones de euros que no solo posibilitarán la realización de unas obras necesarias que las arcas locales no pueden sufragar, sino que también aliviarán la situación de algunas empresas cuya actividad ha descendido debido a la crisis e, incluso, propiciarán la creación de empleo. Los concellos están a la espera de que el Ministerio de Administraciones Públicas dictamine sobre la aprobación o no de los proyectos, algo que ocurrirá a principios del próximo mes. Las propuestas de la comarca están caracterizadas por la preeminencia de obras vinculadas con el arreglo de viales, que ascienden a 5,1 millones de euros y representan el 24% del total, y con el saneamiento, 3,2 millones, el 14%.
Porto do Son, Boiro y Noia son los pocos ayuntamientos que no prevén destinar dinero a alcantarillados y A Pobra el único que no ha incluido ningún arreglo viario, aunque sí para urbanizar. En el extremo opuesto están Mazaricos y Ribeira. En el primer caso solo se han reservado 74.500 euros para le reforma de vestuarios en el campo de fútbol de A Picota. El resto irá a asfaltados y saneamiento. Por lo que respecta a Ribeira, destina 3,9 de 4,8 millones a canalizaciones de aguas residuales y pavimentaciones.
Plazoleta
El proyecto estrella de Boiro asciende a 1,2 millones de euros y consiste en hacer, en la avenida de A Constitución, un área dotacional dotada con una plazoleta, pistas deportivas y, bajo tierra, un aparcamiento con 86 plazas. También en Rianxo se aprovecharán los fondos anticrisis para concluir las obras del párking de Taragoña, que llevan varios años paradas.
Muros destina la partida más importante del plan estatal al bombeo de la depuradora de Louro, mientras que Noia gastará cerca de 873.000 euros en la reforma de las calles del casco urbano Porta da Vila y escultor Ferreiro.
Arreglo de áreas de esparcimiento y de pabellones deportivos son otros de los capítulos que se repiten en los proyectos presentados por los concellos.
Según las estimaciones efectuadas por los gobiernos, la ejecución de estas obras dará empleo directo a 667 trabajadores en la comarca. Ahora bien, esto no significa que todos estos operarios estén actualmente sin ocupación. Los ayuntamientos contratarán a empresas para ejecutar las actuaciones y, si estas ya cuentan con el personal que se considera necesario, no hará falta contratar a nadie. Sin embargo, si el número de profesionales de los que disponen es insuficiente, según la valoración incluida en los anteproyectos, deberán acudir a las listas del paro.
La práctica totalidad del personal que se necesita está vinculado al sector de la construcción que, precisamente, es uno de los que se ve más afectado por la crisis. Los últimos datos de la Consellería de Traballo indican que la comarca barbanzana tiene 1.507 desempleados de esta rama.
Porto do Son, Boiro y Noia son los pocos ayuntamientos que no prevén destinar dinero a alcantarillados y A Pobra el único que no ha incluido ningún arreglo viario, aunque sí para urbanizar. En el extremo opuesto están Mazaricos y Ribeira. En el primer caso solo se han reservado 74.500 euros para le reforma de vestuarios en el campo de fútbol de A Picota. El resto irá a asfaltados y saneamiento. Por lo que respecta a Ribeira, destina 3,9 de 4,8 millones a canalizaciones de aguas residuales y pavimentaciones.
Plazoleta
El proyecto estrella de Boiro asciende a 1,2 millones de euros y consiste en hacer, en la avenida de A Constitución, un área dotacional dotada con una plazoleta, pistas deportivas y, bajo tierra, un aparcamiento con 86 plazas. También en Rianxo se aprovecharán los fondos anticrisis para concluir las obras del párking de Taragoña, que llevan varios años paradas.
Muros destina la partida más importante del plan estatal al bombeo de la depuradora de Louro, mientras que Noia gastará cerca de 873.000 euros en la reforma de las calles del casco urbano Porta da Vila y escultor Ferreiro.
Arreglo de áreas de esparcimiento y de pabellones deportivos son otros de los capítulos que se repiten en los proyectos presentados por los concellos.
Según las estimaciones efectuadas por los gobiernos, la ejecución de estas obras dará empleo directo a 667 trabajadores en la comarca. Ahora bien, esto no significa que todos estos operarios estén actualmente sin ocupación. Los ayuntamientos contratarán a empresas para ejecutar las actuaciones y, si estas ya cuentan con el personal que se considera necesario, no hará falta contratar a nadie. Sin embargo, si el número de profesionales de los que disponen es insuficiente, según la valoración incluida en los anteproyectos, deberán acudir a las listas del paro.
La práctica totalidad del personal que se necesita está vinculado al sector de la construcción que, precisamente, es uno de los que se ve más afectado por la crisis. Los últimos datos de la Consellería de Traballo indican que la comarca barbanzana tiene 1.507 desempleados de esta rama.
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