La segunda reunión entre la compañía automovilística Nissan y los sindicatos, celebrada ayer, volvió a poner de manifiesto que el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado por la empresa es un hueso duro de roer. Como se recordará, Nissan presentó un ERE para despedir a 1.680 personas. Tras la reunión en el departamento de Trabajo de la Generalitat, el responsable de UGT en Nissan, Jordi Carmona, reiteró que el comité no negociará con la empresa hasta que ésta retire el ERE y presente un plan industrial que garantice la continuidad de las plantas de Barcelona. Desde Nissan, sin embargo, se mostraron muy preocupados porque la próxima reunión no se celebrara hasta el 1 de diciembre. «En diciembre llevaremos veinte días de negociación y no habremos avanzado nada», señaló el portavoz de la multinacional, Alfredo Castaño, quien recordó que si Trabajo autoriza el ERE sin que haya acuerdo, los trabajadores se irán con la indemnización mínima que marca la ley. Pero hay más. La empresa de construcciones y servicios Acciona, por su parte, presentó ayer un ERE para 322 empleados de su filial Facility Services que trabajaban en las plantas de Nissan en Barcelona.
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