El Tribunal de Apelación de Douai, en el norte de Francia, rechazó este lunes la anulación de un matrimonio decidida en primera instancia porque la esposa había mentido al decir que era virgen, informaron fuentes judiciales.
La decisión de la corte de Apelación vuelve a considerar a los dos cónyuges, musulmanes y de origen magrebí, como casados, precisaron las fuentes.
La mentira ha sido sobre la vida sentimental pasada de la futura esposa y sobre su virginidad
El caso ha provocado un gran revuelo en Francia, sobre todo después de que el pasado 1 de abril el Tribunal de Gran Instancia de Lille decidiera anular el matrimonio por considerar probado que la esposa había mentido sobre su virginidad, lo que constituía un perjuicio a las "cualidades esenciales de un cónyuge".
Asociaciones feministas aseguraron que ese dictamen era contrario a la libertad sexual de las mujeres, lo que llevó a la ministra francesa de Justicia, Rachida Dati, a pedir a la Fiscalía que recurriera el fallo.
Favorable a la anulación
Entre tanto, la esposa, que inicialmente había apelado la sentencia, se mostró también favorable a la anulación del casamiento, pero el Ministerio público siguió adelante con el recurso. Ahora, el tribunal considera que la virginidad no es "una cualidad esencial del matrimonio", por lo que no puede ser un motivo para su anulación.
"La mentira ha sido sobre la vida sentimental pasada de la futura esposa y sobre su virginidad, que no es una cualidad esencial en el hecho de que su ausencia no tiene incidencia en la vida matrimonial", indica la corte. Además, asegura que "el pretendido daño a la confianza recíproca no tiene incidencia en la validez de la unión".
La decisión de la corte de Apelación vuelve a considerar a los dos cónyuges, musulmanes y de origen magrebí, como casados, precisaron las fuentes.
La mentira ha sido sobre la vida sentimental pasada de la futura esposa y sobre su virginidad
El caso ha provocado un gran revuelo en Francia, sobre todo después de que el pasado 1 de abril el Tribunal de Gran Instancia de Lille decidiera anular el matrimonio por considerar probado que la esposa había mentido sobre su virginidad, lo que constituía un perjuicio a las "cualidades esenciales de un cónyuge".
Asociaciones feministas aseguraron que ese dictamen era contrario a la libertad sexual de las mujeres, lo que llevó a la ministra francesa de Justicia, Rachida Dati, a pedir a la Fiscalía que recurriera el fallo.
Favorable a la anulación
Entre tanto, la esposa, que inicialmente había apelado la sentencia, se mostró también favorable a la anulación del casamiento, pero el Ministerio público siguió adelante con el recurso. Ahora, el tribunal considera que la virginidad no es "una cualidad esencial del matrimonio", por lo que no puede ser un motivo para su anulación.
"La mentira ha sido sobre la vida sentimental pasada de la futura esposa y sobre su virginidad, que no es una cualidad esencial en el hecho de que su ausencia no tiene incidencia en la vida matrimonial", indica la corte. Además, asegura que "el pretendido daño a la confianza recíproca no tiene incidencia en la validez de la unión".
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