La inquilina de un inmueble en la calle Montero Ríos, en Lugo capital, retuvo contra su voluntad a sus caseros, un matrimonio de la misma ciudad, y exigió, como condición para soltarlos, que se presentase en su domicilio la popular presentadora de televisión, Ana Rosa Quintana. La intervención de la Policía Nacional, que logró convencer a la mujer, permitió que ambos quedasen en libertad en poco más de media hora.
Los hechos ocurrieron el pasado domingo, sobre las dos y media de la tarde. El matrimonio se acercó al domicilio de la inquilina, que responde a las iniciales M.L.R.B, para solucionar con ella unos problemas derivados del arrendamiento. La mujer los invitó amablemente a entrar, pero cuando ambos estaban dentro, cerró la puerta de la casa con llave y les dijo que "de allí no salía nadie hasta que llegase al lugar Ana Rosa Quintana".
Fue la hija del matrimonio retenido la que alertó al Cuerpo Nacional de Policía de la situación en la que se encontraban sus padres. Hasta el domicilio se desplazaron varios agentes que, durante más de media hora, intentaron convencer a la inquilina para que dejase marchar a sus caseros, pero la mujer insistía en que no los liberaría si no venía Ana Rosa Quintana.
Finalmente, gracias a la mediación de los agentes, la mujer abrió la puerta y el matrimonio quedó en libertad. La inquilina fue atendida, inmediatamente, por personal sanitario del 061, que se había desplazado al lugar. Posteriormente, fue detenida y trasladada al hospital Xeral-Calde para ser sometida a una evaluación psiquiátrica.
La Policía Nacional realizó las pertinentes diligencias por un delito de detención ilegal y la mujer pasó hoy a disposición judicial.
Los hechos ocurrieron el pasado domingo, sobre las dos y media de la tarde. El matrimonio se acercó al domicilio de la inquilina, que responde a las iniciales M.L.R.B, para solucionar con ella unos problemas derivados del arrendamiento. La mujer los invitó amablemente a entrar, pero cuando ambos estaban dentro, cerró la puerta de la casa con llave y les dijo que "de allí no salía nadie hasta que llegase al lugar Ana Rosa Quintana".
Fue la hija del matrimonio retenido la que alertó al Cuerpo Nacional de Policía de la situación en la que se encontraban sus padres. Hasta el domicilio se desplazaron varios agentes que, durante más de media hora, intentaron convencer a la inquilina para que dejase marchar a sus caseros, pero la mujer insistía en que no los liberaría si no venía Ana Rosa Quintana.
Finalmente, gracias a la mediación de los agentes, la mujer abrió la puerta y el matrimonio quedó en libertad. La inquilina fue atendida, inmediatamente, por personal sanitario del 061, que se había desplazado al lugar. Posteriormente, fue detenida y trasladada al hospital Xeral-Calde para ser sometida a una evaluación psiquiátrica.
La Policía Nacional realizó las pertinentes diligencias por un delito de detención ilegal y la mujer pasó hoy a disposición judicial.
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