El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció hoy que el plan de inversión pública que prepara el Ejecutivo se extenderá hasta 2010, mientras que desde la oposición, el presidente del PP, Mariano Rajoy, se mostró más partidario de una bajada de impuestos para reactivar la economía.
El nuevo plan estimulará la demanda e incrementará la inversión en innovación, productividad, energía, infraestructuras y educación, tal y como explicó Zapatero en una jornada organizada por "The Economist".
El jefe del Gobierno adelantó que uno de los sectores a los que va dirigido el nuevo plan es el del automóvil, con el objetivo de estimular la demanda e incentivar el empleo, aunque señaló que esperará a las iniciativas que proponga la Comisión Europea mañana para afrontar la crisis.
Asimismo, confió en que esta medida, unida a las ya tomadas por el Ejecutivo, ayuden a la economía española a superar "este momento de recesión generalizada", al tiempo que pidió a los actores económicos -empresas e inversores- que mantengan "viva" la convicción de que este momento "duro y difícil" se va a superar.
Sin embargo, reconoció que el conjunto de propuestas del Gobierno pueden elevar el déficit público el próximo año por encima del 3%, el límite establecido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE.
No obstante, Zapatero aclaró, al igual que el vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, que está recogido que una economía de la zona euro puede incumplir dicho límite de manera "coyuntural", por una situación "excepcional" como la actual.
Por su parte, el líder de la oposición se mostró más partidario de una bajada de impuestos que, en su opinión, contribuye en mayor medida a estimular la economía que el aumento del gasto público, "tal y como vimos en 1996".
Rajoy recordó que en aquel momento, un recorte de impuestos junto a unos presupuestos generales "austeros", así como otras decisiones del Ejecutivo de José María Aznar, propiciaron que comenzara un periodo de prosperidad que ha durado hasta el año pasado.
A pesar de las medidas planteadas por los citados líderes políticos, todos ellos coinciden en que es necesario que haya una mayor confianza para afrontar la actual coyuntura económica.
Así, Zapatero insistió en que "la crisis se vencerá" y confía en que las peores previsiones de los organismos internacionales no se cumplan. En este sentido, el jefe del Ejecutivo adelantó que la inflación puede quedarse en el 2,5% en noviembre y bajar más, hasta el 2%, en diciembre, en tanto que el ministro de Economía pronosticó que el IPC se sitúe por debajo del 1%, en julio de 2009.
Ésta sería la tasa más baja de la historia de España, señaló Solbes, al tiempo que advirtió de que ello dependerá, entre otras variables, de las decisiones sobre los tipos de interés que tome el Banco Central Europeo (BCE).
Esta institución previsiblemente reducirá el precio del dinero y seguirá facilitando la financiación a familias y empresas, con lo que evitará, según Solbes, la deflación, algo que, reconoció, se sigue con preocupación por los riesgos negativos que tiene sobre cualquier economía.
En el caso de España, tanto Zapatero como Solbes recordaron las medidas de impulso al sector financiero para incentivar el crédito a familias y empresas.
Así, Solbes mostró su satisfacción por la primera subasta del Fondo de Adquisición de Activos Financieros, que se llevó a cabo el pasado jueves, 20 de noviembre, y en el que se adquirieron activos de calidad a 23 entidades por importe de 2.115 millones de euros.
Solbes precisó que 28 entidades demandaron cerca de los 5.000 millones de euros disponibles en la puja, pero que sólo aquellas que ofrecieron un tipo de interés por debajo del coste, "más un pequeño diferencial", resultaron adjudicatarias.
El nuevo plan estimulará la demanda e incrementará la inversión en innovación, productividad, energía, infraestructuras y educación, tal y como explicó Zapatero en una jornada organizada por "The Economist".
El jefe del Gobierno adelantó que uno de los sectores a los que va dirigido el nuevo plan es el del automóvil, con el objetivo de estimular la demanda e incentivar el empleo, aunque señaló que esperará a las iniciativas que proponga la Comisión Europea mañana para afrontar la crisis.
Asimismo, confió en que esta medida, unida a las ya tomadas por el Ejecutivo, ayuden a la economía española a superar "este momento de recesión generalizada", al tiempo que pidió a los actores económicos -empresas e inversores- que mantengan "viva" la convicción de que este momento "duro y difícil" se va a superar.
Sin embargo, reconoció que el conjunto de propuestas del Gobierno pueden elevar el déficit público el próximo año por encima del 3%, el límite establecido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE.
No obstante, Zapatero aclaró, al igual que el vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, que está recogido que una economía de la zona euro puede incumplir dicho límite de manera "coyuntural", por una situación "excepcional" como la actual.
Por su parte, el líder de la oposición se mostró más partidario de una bajada de impuestos que, en su opinión, contribuye en mayor medida a estimular la economía que el aumento del gasto público, "tal y como vimos en 1996".
Rajoy recordó que en aquel momento, un recorte de impuestos junto a unos presupuestos generales "austeros", así como otras decisiones del Ejecutivo de José María Aznar, propiciaron que comenzara un periodo de prosperidad que ha durado hasta el año pasado.
A pesar de las medidas planteadas por los citados líderes políticos, todos ellos coinciden en que es necesario que haya una mayor confianza para afrontar la actual coyuntura económica.
Así, Zapatero insistió en que "la crisis se vencerá" y confía en que las peores previsiones de los organismos internacionales no se cumplan. En este sentido, el jefe del Ejecutivo adelantó que la inflación puede quedarse en el 2,5% en noviembre y bajar más, hasta el 2%, en diciembre, en tanto que el ministro de Economía pronosticó que el IPC se sitúe por debajo del 1%, en julio de 2009.
Ésta sería la tasa más baja de la historia de España, señaló Solbes, al tiempo que advirtió de que ello dependerá, entre otras variables, de las decisiones sobre los tipos de interés que tome el Banco Central Europeo (BCE).
Esta institución previsiblemente reducirá el precio del dinero y seguirá facilitando la financiación a familias y empresas, con lo que evitará, según Solbes, la deflación, algo que, reconoció, se sigue con preocupación por los riesgos negativos que tiene sobre cualquier economía.
En el caso de España, tanto Zapatero como Solbes recordaron las medidas de impulso al sector financiero para incentivar el crédito a familias y empresas.
Así, Solbes mostró su satisfacción por la primera subasta del Fondo de Adquisición de Activos Financieros, que se llevó a cabo el pasado jueves, 20 de noviembre, y en el que se adquirieron activos de calidad a 23 entidades por importe de 2.115 millones de euros.
Solbes precisó que 28 entidades demandaron cerca de los 5.000 millones de euros disponibles en la puja, pero que sólo aquellas que ofrecieron un tipo de interés por debajo del coste, "más un pequeño diferencial", resultaron adjudicatarias.
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