jueves, 20 de noviembre de 2008

Los quioscos podrán vender bebidas, lotería y tabaco

Después de años de reivindicaciones para poder sobrevivir a la era digital y los periódicos gratuitos, los quioscos de prensa de Madrid han logrado que el Ayuntamiento modifique la ordenanza que los regula y les permita vender otros productos además de revistas, coleccionables, diarios y cromos.
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón anunció ayer que la Junta de Gobierno ha aprobado inicialmente el proyecto de la Ordenanza Reguladora de Quioscos de Prensa que, entre otras cosas, permite ampliar el espectro de productos que se pueden vender en ellos. En concreto, la nueva normativa permitirá a los quioscos vender entradas de actividades culturales y espectáculos; lotería a través de terminales; tabaco en máquinas expendedoras; pequeños consumibles de material telefónico, fotográfico, informático y electrónico; agua y refrescos embotellados; y libros, música y cine en soportes digitales. Sin embargo, estos establecimientos no podrán modificar la superficie de ocupación en la vía pública.
A cambio, se ha cambiado el régimen de homologación de los elementos del quiosco y de todos los anexos que se le puedan añadir, como las terminales de información. Del mismo modo, la ordenanza cambia el régimen de zonificación y las distancias que deben mantener los quioscos entre sí y con el resto de mobiliario urbano. También cambia la normativa jurídica de instalación de estos puestos que pasa a ser una concesión y no una autorización. Para los que ya están instalados se creará un régimen transitorio.
Reivindicación histórica En la nueva normativa se recogen las líneas estratégicas de actuación que se preveían en el Libro Blanco del Quiosco de Prensa, impulsado por el Consistorio de la capital en colaboración con la Asociación de Vendedores de Prensa de Madrid. Esta asociación llevaba varios años buscando una reforma de la ordenanza para que los quioscos pudieran modernizarse. En este sentido, el mayor interés, que ahora se ha logrado con la ordenanza, era ampliar el espectro de productos que venden, igual que se hizo en su momento con las gasolineras.

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