El Juzgado de lo Penal de Zamora dejó hoy visto para sentencia el juicio que se sigue contra María José Blanco Barea por desobediencia judicial ya que se negó a cumplir las órdenes que establecen un régimen de visitas del padre al hijo que tienen ambos. La fiscal pidió un año de prisión para Blanco Barea, que ejerció su propia defensa como en otras ocasiones, ya que es abogada.
Es la justicia que tenemos en España pero no la que nos merecemos
La mujer llegó a la vista oral desde la prisión de Topas (Salamanca) dónde se encuentra desde el pasado 15 de octubre cumpliendo una condena de tres años y cuatro meses de prisión por incumplir cuatro sentencias sobre el régimen de visitas de su ex pareja al hijo de ambos.
Sobre María José Blanco hay actualmente dos sentencias de un año cada una, otra más de diez meses y una cuarta de seis meses, todas ellas por incumplir el régimen de visitas establecido por orden judicial. El juicio fue seguido por Teresa Berbois, integrante de la plataforma de apoyo a María José Blanco, quien reclamó "la acumulación de demandas", de manera que "se la juzgue por un hecho repetitivo y no uno a uno, eso es una gran injusticia".
Además, apuntó la necesidad de que cumpla la condena en su domicilio ya que padece parkinson juvenil desde hace casi diez años -poco antes de quedarse embarazada- , y no en una cárcel real. Desde la plataforma, se reclamó que cumpla prisión domiciliaria y recordó que se ha realizado esta demanda a Instituciones Penitenciarias, que "no ha contestado".
El derecho del menor
"Es la justicia que tenemos en España pero no la que nos merecemos", comentó tras el juicio. María José Blanco alegó hoy, como lo ha hecho en cada uno de los juicios que ha pasado por el mismo motivo, que su negativa a que el su hijo viera al padre biológico se basa en el "desinterés" que el padre tuvo por el niño hasta tres años después de que se produjera el nacimiento.
Además, añadió que lo que pretende es defender el derecho del menor a no ser considerado como un objeto, ya que según declaró ante el juez, el progenitor le dijo al niño que si el régimen de visitas no se cumplía a su madre la meterían en la cárcel.
Por su parte la Fiscalía justifica que cuando el menor visitaba a su padre se encontraba cómodo y por ello considera que el argumento que objetaba la acusada para impedir a su ex pareja ver al hijo de ambos, no se sostiene. El padre biológico tiene actualmente la custodia del niño, que le fue concedida cuando la madre ingresó en prisión.
Es la justicia que tenemos en España pero no la que nos merecemos
La mujer llegó a la vista oral desde la prisión de Topas (Salamanca) dónde se encuentra desde el pasado 15 de octubre cumpliendo una condena de tres años y cuatro meses de prisión por incumplir cuatro sentencias sobre el régimen de visitas de su ex pareja al hijo de ambos.
Sobre María José Blanco hay actualmente dos sentencias de un año cada una, otra más de diez meses y una cuarta de seis meses, todas ellas por incumplir el régimen de visitas establecido por orden judicial. El juicio fue seguido por Teresa Berbois, integrante de la plataforma de apoyo a María José Blanco, quien reclamó "la acumulación de demandas", de manera que "se la juzgue por un hecho repetitivo y no uno a uno, eso es una gran injusticia".
Además, apuntó la necesidad de que cumpla la condena en su domicilio ya que padece parkinson juvenil desde hace casi diez años -poco antes de quedarse embarazada- , y no en una cárcel real. Desde la plataforma, se reclamó que cumpla prisión domiciliaria y recordó que se ha realizado esta demanda a Instituciones Penitenciarias, que "no ha contestado".
El derecho del menor
"Es la justicia que tenemos en España pero no la que nos merecemos", comentó tras el juicio. María José Blanco alegó hoy, como lo ha hecho en cada uno de los juicios que ha pasado por el mismo motivo, que su negativa a que el su hijo viera al padre biológico se basa en el "desinterés" que el padre tuvo por el niño hasta tres años después de que se produjera el nacimiento.
Además, añadió que lo que pretende es defender el derecho del menor a no ser considerado como un objeto, ya que según declaró ante el juez, el progenitor le dijo al niño que si el régimen de visitas no se cumplía a su madre la meterían en la cárcel.
Por su parte la Fiscalía justifica que cuando el menor visitaba a su padre se encontraba cómodo y por ello considera que el argumento que objetaba la acusada para impedir a su ex pareja ver al hijo de ambos, no se sostiene. El padre biológico tiene actualmente la custodia del niño, que le fue concedida cuando la madre ingresó en prisión.
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