Según informan hoy los medios británicos, Jim O''Neill, de 65 años, se quedó ciego el pasado 31 de octubre cuando pilotaba un pequeño Cessna durante un vuelo entre Escocia y el sur de Inglaterra.
O''Neill, que tiene dieciocho años de experiencia como piloto, se quedó ciego a más de 1.600 metros de altura: "Fue horroroso. De repente, no podía ver los diales en frente de mí", comentó el británico.
En semejante aprieto, el piloto envió una señal de alerta y un centro de control aéreo avisó a la RAF, que movilizó un avión para hacer de guía.
Milagroso aterrizaje
La aeronave de la RAF, pilotada por el teniente coronel Paul Gerrard, voló a unos cincuenta metros del aparato de O''Neil y lo guió dándole instrucciones por radio hasta la base de la Fuerza Aérea Británica de Linton-on-Ouse (norte de Inglaterra).
"Debo mi vida (...) a la RAF", comentó O''Neill, quien consiguió tomar tierra al octavo intento.
Tras su milagroso aterrizaje, el afortunado piloto fue trasladado a un hospital, donde ya ha empezado a recobrar la vista en un ojo.
O''Neill, que tiene dieciocho años de experiencia como piloto, se quedó ciego a más de 1.600 metros de altura: "Fue horroroso. De repente, no podía ver los diales en frente de mí", comentó el británico.
En semejante aprieto, el piloto envió una señal de alerta y un centro de control aéreo avisó a la RAF, que movilizó un avión para hacer de guía.
Milagroso aterrizaje
La aeronave de la RAF, pilotada por el teniente coronel Paul Gerrard, voló a unos cincuenta metros del aparato de O''Neil y lo guió dándole instrucciones por radio hasta la base de la Fuerza Aérea Británica de Linton-on-Ouse (norte de Inglaterra).
"Debo mi vida (...) a la RAF", comentó O''Neill, quien consiguió tomar tierra al octavo intento.
Tras su milagroso aterrizaje, el afortunado piloto fue trasladado a un hospital, donde ya ha empezado a recobrar la vista en un ojo.
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